Ir al contenido principal

Tránslate / Traducción

Todo lo que hagas, hazlo bien

Hagan lo que hagan, trabajen de buena gana, como para el Señor y no como para nadie en este mundo. -- Colosenses 3:23

Esta es la mejor forma para hablar de Jesús a través de nuestra vida. Cuando ayudamos a las personas y damos lo mejor de nosotros, reflejamos el rostro de Cristo por medio de nuestras actitudes. Muchas veces no damos suficiente importancia a esto, pero las personas que nos rodean sí que lo notan. 

Podemos ganar las personas para Cristo a través de nuestras actitudes y comportamiento. Cuando nos dedicamos de corazón - sea cual sea la actividad - las personas se conmueven por nuestro empeño. 

Jesús es el mejor ejemplo de cómo servir y dedicarse de todo corazón a una tarea. Aun siendo Dios, él se hizo siervo, y como siervo sirvió a todos con excelencia y amor entregando su propia vida por nosotros. Su testimonio y su prueba de amor trabajan en todos hasta hoy y las vidas son transformadas a través de su ejemplo. 

Sigue al Maestro, trabaja con excelencia como si lo hicieras para Dios y no para los hombres. ¡Ya verás cómo recogerás buenos frutos! 

El buen testimonio gana vidas

Somos personas como los demás, con problemas y desafíos. No necesitamos fingir que la vida es "color de rosa", pero la forma en la que enfrentamos los problemas marca la diferencia.

Tener a Jesús como referencia es la mejor forma de actuar y de dar un buen testimonio.

La Biblia es el manual, la fuente de referencia para que sepamos cómo actuar de forma excelente.

El buen testimonio rinde buenos frutos. Sé perseverante, vas por el camino correcto.

Para orar:

Señor Jesús, ayúdame a ser una mejor persona. Quiero ser un canal de bendiciones para las personas a mi alrededor. Moldea mi corazón, quiero crecer en la fe y hacer tu voluntad. Amén.

Comentarios

NOVEDADES

Caminando con Cristo

Muchas veces, en nuestro caminar con Dios, podemos sentir que todavía estamos lejos de ser perfectos. Nos enfrentamos a luchas, fracasos y momentos en los que pensamos que no estamos progresando como nos gustaría.  Pero el apóstol Pablo nos recuerda en Filipenses 3:12-14 que no importa cuán imperfectos seamos o cuántos errores hayamos cometido en el pasado, Dios nos llama a seguir adelante. No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. (Filipenses 3:12-14) No necesitamos quedarnos estancados en el pasado. En Cristo, tenemos una nueva oportunidad cada día. Lo más importante es seguir avanzando, manteniendo siempre la mirada fija en el objetivo, que es n...

Dios puede animar tu día

Hoy compartimos una verdad transformadora: el poder de Dios es capaz de animar tu vida diaria. En medio de la adversidad, es reconfortante saber que tenemos un Dios que está siempre a nuestro lado, dispuesto a fortalecernos y animarnos. La Palabra de Dios asegura en Isaías 41:10: Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa. (Isaías 41:10) Es una promesa fortalecedora que muestra que Dios no solo está con nosotros, sino que también nos permite vencer los desafíos. Cuando el día se sienta pesado, recuerda Filipenses 4:13: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece". No nos enfrentamos solos a los desafíos: el Señor nos acompaña y nos capacita para superar cualquier situación. Además, cada mañana la misericordia de Dios es nueva (Lamentaciones 3:22-23), brindándonos un nuevo día lleno de oportunidades para experimentar el amor y el aliento divinos. Por tanto, deja tu día en ...

Con Cristo, todo el año es un año nuevo

Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús. (Filipenses 3:13-14) El final del año es por lo general un momento de conmemoración, aunque no para todos. Para algunas personas pensar en el próximo año puede causar desánimo: "da igual, todos los años son iguales". No todos actúan de la misma manera ante la expectativa de un año nuevo. La mejor manera de romper con el desánimo es ser sincero con Dios. No hay nada mejor que abrir el corazón y exponer tus expectativas antes del "cambio de año". Dios es misericordioso, él nos oye, y es eso lo que desea que hagamos. Solo el Espíritu Santo es capaz de calmarnos y de confortarnos. ¡Permítele que lo haga! Sé sincero contigo y reconoce todo lo que Dios ha hecho en tu vida. Desarrollar un corazón agradeci...