Ir al contenido principal

Tránslate / Traducción

“May I sacrifice?”









Gold-Medal

Effort







At a recent Kansas high school state track championship, an unusual thing happened. The team that won the girls 3,200-meter relay was disqualified. But what happened next was even more unusual. The team that was awarded the state championship by default turned right around and gave their medals to the team that had been disqualified.

The first school, St. Mary’s Colgan, lost first place because judges ruled that a runner had stepped out of her lane as she handed off the baton. That meant the second team, Maranatha Academy, moved up to first. After receiving their medals, the girls from Maranatha saw the downtrodden looks on the faces of the St. Mary’s girls, so they gave them their individual medals.

gold

Why did they do this? As Maranatha’s coach Bernie Zarda put it: “Our theme for the year was to run not for our glory, but for God’s glory.”

As a result of the girls’ action, their story was told throughout Kansas, and God’s name was lifted up.

When we set aside our own interests and accomplishments to recognize that it’s better to care for the interests of others
(Phil. 2:4), we see God’s name glorified.

Acting with grace and kindness toward others is one of the best ways to point people to God.










Read: Philippians 2:4-11


( Philippians 2 -Audio-)
   

















Let each of you look out not only for his own interests, but also for the interests of others. —Philippians 2:4


Love is not blind
but looks Abroad
through others’ eyes,

And asks not,

“Must I give?”


 But,

“May I sacrifice?”


 —Ziegler
declares
When we love God, we will serve people.









Bible in a Year:
Judges 4-6; Luke 4:31-44


"Reflexions from Our Daily Bread"
Posted by: Ben Ayala :  benayalal@gmail.com email
Thanks to the Sources at: rbc[dot]org  -and- odb[dot]org
fbFollow Pastor Tony at:
www.facebook.com/roberto.bonillacea
YouTube                                                                                       googleplus










Comentarios

NOVEDADES

"¿Debe o no, una iglesia dar el diez por ciento de las ofrendas que recibe?"

"¿Qué dice la Biblia acerca del diezmo?" Diezmar / ofrendar debe ser un gozo, una bendición.  Tristemente, casi nunca es ese el caso en la iglesia de hoy. Diezmar es un asunto con el que muchos cristianos luchan dia a dia. En muchas iglesias locales ponen demasiado énfasis en diezmar. Al mismo tiempo, muchos cristianos rehúsan someterse a la exhortación bíblica tocante a ofrendar al Señor. Diezmar es un concepto del Antiguo Testamento. El diezmo era un requisito de la ley en la cual todos los Israelitas ofrendaban al tabernáculo / templo el 10% de todo lo que ganaban y hacían crecer ( Levítico 27:30; Números 18:26; Deuteronomio 14:23; 2 Crónicas 31:5 ).  El Nuevo Testamento en ninguna parte ordena, o aún recomienda que los cristianos se sometan a un sistema legalista de diezmar.  Pablo declara que los creyentes deberían apartar una porción de sus ingresos a fin de dar soporte a la iglesia ( 1 Corintios 16:1-2 ). El Nuevo Testamento en ningún lugar señala un cierto porcent...

El Señor nos oye en el día de angustia

Que el Señor te oiga en momentos de angustia; que te defienda el Nombre, el Dios de Jacob. (Salmo 20:1) Cuando todo parece desmoronarse y nuestras almas están abatidas, hay una promesa que brilla como la luz en la oscuridad: el Señor nos escucha en el día de la angustia. Este breve, pero profundo versículo, revela el corazón de un Dios que no es indiferente a nuestro sufrimiento. Él no se limita a observar desde lejos, sino que inclina sus oídos al clamor sincero de quienes lo buscan. El salmista habla con certeza: «Que el Señor te oiga…». Nos reconforta saber que no estamos solos cuando el miedo llama a la puerta, cuando los planes fallan o cuando se nos acaban las fuerzas. La oración, en este contexto, no es un acto religioso vacío, sino un encuentro con el Dios vivo, que nos ayuda, nos protege y nos fortalece. Y todavía hay más: «que te defienda el Nombre, el Dios de Jacob». El nombre de Dios no es solo un título. Es una expresión de su carácter, su fidelidad, su pacto. El ...

Me siento seguro a la sombra del Altísimo

¿Alguna vez te has sentido perdido, impotente o con miedo de lo que te depara el futuro? Hay un lugar donde podemos encontrar seguridad y paz, incluso en medio de las tormentas de la vida. En el Salmo 91:1-2, la Palabra de Dios nos recuerda: El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Todopoderoso. Diré yo al SEÑOR: “¡Refugio mío y castillo mío, mi Dios en quien confío!”. (Salmo 91:1-2) Estas palabras nos invitan a tener una relación íntima con Dios, nuestro Padre amoroso. Él no nos promete que no enfrentaremos dificultades, pero garantiza que cuando buscamos refugio en él, encontramos protección, consuelo y fuerza para seguir adelante. Habitar en el lugar secreto del Altísimo significa confiar completamente en Dios, entregándole nuestros miedos, preocupaciones y sueños. No se trata solo de acudir a él de vez en cuando, sino de vivir en su presencia, como quien encuentra un hogar seguro al que siempre podrá regresar. Cuando hacemos del Señor nuestro refugio,...