Ir al contenido principal

Tránslate / Traducción

Quisieras saber mas de la celebrasión de el dia de San Valentin?

¿Por que se celebra?
¿Sabes quien fue San Valentin?
¿Dice la biblia que debe celebrarse UN dia de amor y amistad?
¿Donde dice la biblia que se celebre el dia de San Valentin?

Para la primera respuesta... 1 Juan 4:8 dice que el que no ama no ha llegado a conocer a Dios, porque Dios es amor... pero no dice nada en relacion a San Valentin o que deba celebrarse esa fecha... Hay un texto que diga eso especificamente? 
Como ya te mencione, ningun texto dice tal cosa, pues de hecho tiene origen pagano, las raíces de esta fecha, conocida actualmente como el día de San Valentín, se remontan a la antigua Grecia, donde prosperó el culto de Pan. 
Este mítico dios de la fertilidad, mitad hombre, mitad macho cabrío, poseía un carácter fiero e impredecible que aterrorizaba a los seres humanos; de ahí el origen de la palabra pánico.
Se creía que Pan cuidaba los rebaños mientras tocaba la flauta; sin embargo, se distraía con facilidad. Amó a muchas ninfas y diosas
En una escultura se le representa requiriendo de amores a Afrodita, diosa del amor, en tanto que Eros, dios del amor, revolotea sobre ellos, muy parecido a como lo hace el Cupido que se pinta en las tarjetas de los enamorados hoy día.
En Roma muchos tributaban culto a una divinidad análoga llamada Fauno, a quien también se representaba mitad hombre, mitad macho cabrío. En su honor se celebraban las Lupercales, fiestas orgiásticas llevadas a cabo todos los años el 15 de febrero. 
Durante la celebración, grupos de hombres semidesnudos corrían alrededor de una colina blandiendo (agitando) látigos de piel de cabra. Las mujeres que deseaban tener hijos se quedaban de pie cerca de la ruta de los corredores para que las flagelaran (azotarán), pues creían que así se tornarían fecundas.
De acuerdo con The Catholic Encyclopedia, el papa Gelasio I abolió las Lupercales a finales del siglo V. No obstante, en nuestro tiempo encontramos su equivalente en el popular “día de San Valentín”. 
Existen múltiples teorías sobre el origen de este nombre “cristianizado”. Según una historia, en el siglo III el emperador romano Claudio II prohibió casarse a los varones jóvenes, pero Valentín, que era sacerdote, los casaba en secreto.

Algunos afirman que a Valentín se le ejecutó el 14 de febrero, cerca del año 269. De todas formas, una denominación “piadosa” no puede ocultar el repugnante origen de esta celebración. El día de San Valentín está arraigado en ritos paganos, y por eso los cristianos verdaderos no lo celebran. Pulsar: (2 Corintios 6:14-18.)
Las expresiones de amor genuino que se hacen todo el año son mucho más gratificantes que los caprichos pasajeros de una fiesta sentimental.

AMAOS LOS UNOS A LOS OTROS

“Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros" (Juan 13:34).

Este mandamiento se encuentra en muchas partes de la Biblia, como por ejemplo:
Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado
(Juan 15:12).
Porque toda la ley en esta sola palabra se cumple: Amarás a tu prójimo como a ti mismo (Gálatas 5:14).
Porque este es el mensaje que habéis oído desde el principio: Que nos amemos unos a otros (1 Juan 3:11).
Y nosotros tenemos este mandamiento de él: El que ama a Dios, ame también a su hermano (1 Juan 4:21).
Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados (1 Pedro 4:8).
Este mandamiento de amarnos unos a otros tiene una importancia especial dada por el Señor Jesús mismo. Jesús dijo que obedecerle sería la característica que identificaría a Sus discípulos. Él dijo:
En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros (Juan 13:35).
El Significado de este Mandamiento del Señor
El mandamiento del Señor Jesús de amarnos unos a otros significa dos cosas: 
Amarse unos a otros no es una opción.
A los cristianos se nos manda amarnos unos a otros. No es una cuestión de si queremos o no amar a los otros creyentes. Es el mandamiento de nuestro Señor. No amar a otro creyente es desobedecerle. El Señor Jesús dijo:
Esto os mando: Que os améis unos a otros
(Juan 15:17).
Amarse unos a otros es amar a todo creyente.
Amarse unos a otros no significa solamente amar a aquellos creyentes por quienes sentimos una simpatía espontánea. Significa amar a todo creyente.
El apóstol Juan dijo que amarse unos a otros es la prueba de que hemos nacido de nuevo. Juan escribió:
Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano, permanece en muerte (1 Juan 3:14).

Las Diferentes Clases de Amor
Puesto que el amor es de tanta importancia para la vida de un creyente, necesitamos comprender lo que Jesús quiso decir cuando nos mandó amarnos unos a otros.
El idioma griego tiene varias palabras para expresar el concepto del amor:
1. EROS — La palabra “eros” se usa para describir el amor al placer, el amor a lo que me agrada a mí.
2. PHILIA — La palabra “philia” se usa para describir el amor que atrae. Es el amor cálido y el cariño que encontramos en una amistad íntima.
3. ÁGAPE — La palabra “ágape” se usa para describir el amor de Dios. El amor ágape es ese amor que tiene el Padre por Su Hijo amado. Jesús dijo a Su Padre: Me has amado (ágape)desde antes de la fundación del mundo (Juan 17:24). El amor ágape es también el amor que Dios tiene por la raza humana. La Biblia dice:
Porque de tal manera amó (ágape) Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna (Juan 3:16).
Sorprendentemente, este amor ágape es el mismo amor que Jesús mandó que nos tuviéramos unos a otros. Jesús dijo:
Este es mi mandamiento: Que os améis (ágape) unos a otros, como yo os he amado (Juan 15:12).
¿Qué es el Amor Ágape? 
No es fácil definir el amor ágape. Es algo interior que se manifiesta por sus acciones. El amor ágape se ve más claramente cuando contemplamos el hecho de que Dios dio a Su Hijo para morir por nosotros siendo aún pecadores. La Biblia dice:
Mas Dios muestra su amor (ágape) para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros (Romanos 5:8).
En esto consiste el amor (ágape): no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a Su Hijo en propiciación (sacrificio) por nuestros pecados (1 Juan 4:10).
Estos versículos nos ayudan a entender lo que es realmente el amor ágape. El amor ágape es ese amor que se da y se sacrifica por el bien de otra persona. La característica principal del amorágape es que carece totalmente de egoísmo. No busca su propio interés, sino que siempre busca lo mejor para la otra persona.
El capítulo 13 de 1 Corintios se llama el “capítulo del amor” porque nos dice cómo actúa el amor. He aquí la forma en que el amor ágape se expresa:



NOTA: La palabra griega usada en 1 Corintios 13 es “ágape”. Se traduce mejor como “amor” que como “caridad”, palabra usada en las versiones más antiguas.
El Amor Viene de Dios
En nosotros mismos no existe la clase de amor que Dios pide. Pero Dios nunca nos manda hacer algo sin darnos el poder para hacerlo.
¿Cómo nos ayuda Dios a amarnos unos a otros con amor ágape? Él nos da el Espíritu Santo para que more en nosotros. El mismo Espíritu que mora en el Padre y en el Señor Jesucristo, mora ahora en nosotros. Ese amor ágape que está en el corazón de Dios, fluye hacia nosotros y, de nosotros, hacia los demás por el poder del Espíritu Santo. La Biblia dice:
. . . el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado (Romanos 5:5). 
El amor ágape no proviene de nuestros propios esfuerzos, ni de nada en nosotros. Es el “fruto del Espíritu”. La Biblia dice:
El fruto del Espíritu es amor (ágape) . . .
(Gálatas 5:22).
El amor de Dios fluye desde nosotros hacia los demás cuando nos rendimos a Él para ser canales de Su amor. Podemos decirle a una persona: “Te quiero porque Dios ha puesto en mi corazón Su maravilloso amor”. Este amor ágape es tan poderoso que puede hacernos amar aún hasta a nuestros enemigos.
Fue el amor ágape el que hizo posible al primer mártir, Esteban, orar por aquellos mismos hombres que lo apedreaban hasta matarlo.
No tienes que tener el sentimiento de amor para actuar con amor. El escritor cristiano, C.S. Lewis, dijo:
La regla para todos nosotros es muy sencilla. No pierdas tiempo pensando si amas a tu prójimo; actúa como si lo amaras. Tan pronto como hacemos esto, aprendemos uno de los grandes secretos. Cuando te conduces como si amaras a alguien, pronto llegarás a amarlo de verdad. (1)
El Amor Ayuda a la Gente a Ver lo que no se Ve
¿Cómo puede la gente “ver” al Dios que no se ve? Sólo hay una forma; deben verlo a Él en Sus hijos. El apóstol Juan dijo:
Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros (1 Juan 4:12).
¿Qué está diciendo Juan? Está diciendo ésto: nadie puede ver a Dios con sus ojos. Si nos amamos unos a otros, el mundo podrá “ver” al Dios invisible cuando ve Su amor manifestado en nosotros. Este amor Ágape tiene un poder más allá de toda medida.
________________________________________________________
Follow on Facebook TBM-Missions:  https://www.facebook.com/roberto.bonillacea

Sitio Web Dedicado a Video: TBM-Missions TV

Comentarios

NOVEDADES

Caminando con Cristo

Muchas veces, en nuestro caminar con Dios, podemos sentir que todavía estamos lejos de ser perfectos. Nos enfrentamos a luchas, fracasos y momentos en los que pensamos que no estamos progresando como nos gustaría.  Pero el apóstol Pablo nos recuerda en Filipenses 3:12-14 que no importa cuán imperfectos seamos o cuántos errores hayamos cometido en el pasado, Dios nos llama a seguir adelante. No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. (Filipenses 3:12-14) No necesitamos quedarnos estancados en el pasado. En Cristo, tenemos una nueva oportunidad cada día. Lo más importante es seguir avanzando, manteniendo siempre la mirada fija en el objetivo, que es n...

El gozo del Señor es fuente de fuerza

No se entristezcan porque el gozo del SEÑOR es su fortaleza. (Nehemías 8:10b) Vivimos tiempos en los que el desánimo intenta debilitarnos. Los problemas cotidianos, las incertidumbres y las luchas internas pueden agotarnos. La Palabra de Dios nos recuerda que existe una fuente inagotable de fortaleza: el gozo en el Señor. Este gozo no depende de las circunstancias, sino de nuestra relación con el Creador. Cuando Nehemías pronunció estas palabras, el pueblo de Israel estaba cansado, arrepentido y con el corazón quebrantado al escuchar la ley de Dios. Aun así, Dios les mandó regocijarse, porque este gozo no era fruto de méritos humanos, sino de la gracia y fidelidad divinas. De la misma manera, hoy, nuestra fuerza no reside en nosotros mismos, sino en el gozo que brota de sabernos amados, perdonados y sostenidos por nuestro Dios fiel. El verdadero gozo en Dios nos fortalece porque nos aleja de nuestros problemas y nos lleva a contemplar la soberanía, el cuidado y las promesas del Padre. ...

No confundas los desafíos con derrotas

Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo. (Juan 16:33) En la vida es común enfrentar momentos en los que todo parece desmoronarse. Las puertas se cierran, soplan vientos contrarios y el alma se siente abatida. En momentos así, muchos confunden el desafío con la derrota. Pero es importante entender que el desafío es una parte esencial del crecimiento, no el final del viaje. Los desafíos nos moldean, nos fortalecen y nos acercan a Dios. Nos enseñan a confiar más, a orar con más fervor y a depender completamente de la gracia de Dios. Cuando David se enfrentó a Goliat, fue un desafío, no una derrota. Cuando José fue vendido por sus hermanos y arrojado a la cárcel, fue un proceso, no el final de la historia. Dios nunca prometió una ausencia de luchas, pero garantizó su presencia constante en medio de ellas. Él convierte el desierto en un camino y el dolor en un propósito. Si hoy estás enfrentando algo difícil,...