Ir al contenido principal

Tránslate / Traducción

The impact of my words.











Glory

to

The

 Lord







School Of Hard Knocks

by 

Of all my childhood memories, one stands out above the others.

While I have no idea what my teacher said, I clearly remember telling her to “shut up.”

She sent me home, so I got up and left my kindergarten class to walk the half-block home.

Walking down the sidewalk, I saw my mother weeding in the garden behind our house.

I was now faced with a strategic decisioncontinue on my way and tell my mother why I was home early from school, or turn around and go back to face my teacher.

soapwash


When I returned to the classroom, I was immediately escorted to the restroom where my teacher washed my mouth out with soap.

That kind of discipline probably wouldn’t happen today, but take it from me, it was effective!

To this day I am acutely sensitive about the impact of my words.










Read:
 
Hebrews 12:3-11




( Hebrews 12 -Audio-)
   

















No
chastening seems to be joyful
for the present . . ; nevertheless, afterward it yields the peaceable fruit of righteousness. —
Hebrews 12:11




God is passionately interested in our positive growth as His children.

At times He needs to confront us with unpleasant circumstances to catch our attention and reorient our lives to more consistently produce the “peaceable fruit of righteousness” (Heb. 12:11).

Don’t resist God’s corrective hand.

Respond to His reproofs with thankfulness that He loves you enough to care about what kind of a person you are becoming.


fix
Because our Father’s heart is grieved Each time we go astray, He lifts His chastening hand in love To help us to His way. —D. De Haan
God’s correction is our hope for a better life.










Bible in a Year:
1 Samuel 7-9; Luke 9:18-3


"Reflexions from Our Daily Bread"
Posted by: Ben Ayala :  benayalal@gmail.com email
Thanks to the Sources at: rbc[dot]org  -and- odb[dot]org
fbFollow Pastor Tony at:
www.facebook.com/roberto.bonillacea
YouTube                                                                                       googleplus










Comentarios

NOVEDADES

Regocijaos en el Señor

Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos! (Filipenses 4:4) Jesús es el motivo de mi sonrisa, porque en su presencia encuentro la verdadera alegría. No es una alegría pasajera que depende de las circunstancias, sino una paz duradera que trasciende las dificultades. En medio de las dificultades de la vida, puedo confiar en que él está a mi lado, tomándome de la mano y guiándome por el camino seguro. La sonrisa que Jesús pone en mi rostro es un reflejo de su amor inconmensurable. Cuando miro la cruz, recuerdo el sacrificio que él hizo por mí y mi corazón se llena de gratitud. Él me amó primero, incluso cuando todavía estaba perdido. Este amor incondicional me sostiene y me da fuerzas para afrontar cada nuevo día con esperanza. Las promesas de Jesús son fuentes de alegría. Él nos prometió vida abundante y en su palabra encuentro consuelo y dirección. Cuando estoy cansado, encuentro descanso en sus brazos. Cuando estoy triste, él es mi alegría. Cuando soy débil, él es mi f...

¿Qué debo hacer cuando no logro entender?

Lo secreto le pertenece al Señor nuestro Dios, pero lo revelado nos pertenece a nosotros y a nuestros hijos para siempre, para que obedezcamos todas las palabras de esta ley. (Deuteronomio 29:29) Moisés llegaba al final de su vida. Él estaba consciente de que moriría poco después sin lograr entrar a la "Tierra Prometida". En sus últimas palabras para el pueblo de Israel, él afirmó que existen cosas encubiertas para nosotros. Son cosas que no entenderemos jamás en esta vida, pues huyen a nuestra comprensión humana. Hay tres actitudes que nos pueden ayudar a lidiar con lo que no logramos entender: Confianza - Aun cuando no entendamos lo que sucede, podemos confiar en el Señor, pues sabemos que él conoce lo que es mejor para nosotros. Obediencia - No necesitamos entender para obedecer. La confianza nos lleva a obedecer aunque no entendamos todo. Humildad - Obedecer sin comprender, también exige humildad. La humildad nos ayudará a aceptar aquello que no entendemos. Confía y obede...

¿Siervo o Señor?

Porque, ¿quién es más importante, el que está a la mesa o el que sirve? ¿No lo es el que está sentado a la mesa? Sin embargo, yo estoy entre ustedes como uno que sirve. (Lucas 22:27)  El más importante entre ustedes será siervo de los demás. (Mateo 23:11)  ¿Qué prefieres: servir o ser servido? Probablemente, muchos contestaríamos que nos gustaría ser servidos. Tal vez estemos cansados de las muchas tareas diarias y deseosos de tener un momento de relax en el que otra persona nos sirva mientras descansamos. Sí, está bien recibir cosas buenas, pero no es bueno que nos enfoquemos en eso. El problema real reside en que lleguemos a considerar a Dios como un recadero que debe estar siempre listo para traer lo que solicitamos...  Alguien dijo una vez que «quien no vive para servir no sirve para vivir». El hecho es que servir es un acto de dar. Con las actividades diarias, durante nuestro trabajo, con actitudes de gentileza y con buenas acciones, servimos y somos servidos.  ...