Ir al contenido principal

Tránslate / Traducción

Por la mañana habrá alegría


Porque solo un instante dura su enojo, pero toda una vida su bondad.
Si por la noche hay llanto, por la mañana habrá gritos de alegría.
(Salmo 30:5)

A veces pasamos por tiempos difíciles de tristeza, dolor y sufrimiento. 

Perdemos cosas importantes: oportunidades, empleos, estudio, trabajo, sueños... 

Rompemos relaciones, nos apartamos de aquellos que amamos más, entristecemos amigos, perdemos seres queridos... 

El llanto, la angustia y el luto no parecen tener fin. Pero puedes creer esto: Dios pondrá fin a nuestro sufrimiento. 

Aunque todo diga lo contrario mantén la fe porque la alegría llegará.

Hay muchos pasajes bíblicos en los que vemos la gracia de Dios manifiesta en la vida de sus hijos. ¡

No será diferente contigo!.

Los amigos de Daniel fueron lanzados al horno, pero salieron ilesos. 

El propio Daniel pasó una noche en la cueva con leones hambrientos, pero ninguno de ellos le hizo daño. 

Job perdió sus hijos, sus bienes, la salud, pero conoció a Dios de una forma más cercana. 

Los cielos y la tierra sufrieron con la muerte del Salvador, 

¡pero él resucitó al tercer día! 

Y hoy, gracias a que Jesús vive, podemos tener alegría y esperanza de verdad.

La alegría llega en la mañanaClama a Dios desde donde estás (triste, solo, en el lecho de dolor o de la enfermedad). 

Él te oye y te ve.
Confía tu vida en las manos del Señor y pide su ayuda para esos momentos de dificultad.

Aun cuando te sientas sin fuerzas o sin palabras puedes derramar tus lágrimas y tu corazón delante del Padre celestial.

La Palabra de Dios es el alimento que necesitas para recibir la fortaleza y el ánimo necesario. 

Lee, escucha y estudia la Biblia.

No dejes la comunión con la iglesia. 

Reúnete con tus amigos y hermanos en la fe. 

Pídeles que oren contigo y que caminen a tu lado.
Espera con paciencia en el Señor. 

Si te encuentras aun enfrentando noches oscuras, cree que el nuevo día de alegría llegará. 

¡Mantén la esperanza, Dios es fiel!


Para orar:

Padre celestial, creo que la alegría que viene de ti me fortalece. 

Aunque me sienta triste y angustiado entrego mi vida en tus manos. 

Renuévame y haz todo nuevo otra vez. 

Te entrego mis sueños, mis planes, mi familia y todo lo que soy. 

Sé que no estoy solo... ¡Tú estás conmigo! 

Ayúdame a depender de ti y a confiar en tu Palabra. 

¡Tú eres fiel! 

Quédate conmigo ahora y siempre. 

En el nombre de Jesús, amén.

Comentarios

NOVEDADES

Regocijaos en el Señor

Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos! (Filipenses 4:4) Jesús es el motivo de mi sonrisa, porque en su presencia encuentro la verdadera alegría. No es una alegría pasajera que depende de las circunstancias, sino una paz duradera que trasciende las dificultades. En medio de las dificultades de la vida, puedo confiar en que él está a mi lado, tomándome de la mano y guiándome por el camino seguro. La sonrisa que Jesús pone en mi rostro es un reflejo de su amor inconmensurable. Cuando miro la cruz, recuerdo el sacrificio que él hizo por mí y mi corazón se llena de gratitud. Él me amó primero, incluso cuando todavía estaba perdido. Este amor incondicional me sostiene y me da fuerzas para afrontar cada nuevo día con esperanza. Las promesas de Jesús son fuentes de alegría. Él nos prometió vida abundante y en su palabra encuentro consuelo y dirección. Cuando estoy cansado, encuentro descanso en sus brazos. Cuando estoy triste, él es mi alegría. Cuando soy débil, él es mi f...

¿Qué debo hacer cuando no logro entender?

Lo secreto le pertenece al Señor nuestro Dios, pero lo revelado nos pertenece a nosotros y a nuestros hijos para siempre, para que obedezcamos todas las palabras de esta ley. (Deuteronomio 29:29) Moisés llegaba al final de su vida. Él estaba consciente de que moriría poco después sin lograr entrar a la "Tierra Prometida". En sus últimas palabras para el pueblo de Israel, él afirmó que existen cosas encubiertas para nosotros. Son cosas que no entenderemos jamás en esta vida, pues huyen a nuestra comprensión humana. Hay tres actitudes que nos pueden ayudar a lidiar con lo que no logramos entender: Confianza - Aun cuando no entendamos lo que sucede, podemos confiar en el Señor, pues sabemos que él conoce lo que es mejor para nosotros. Obediencia - No necesitamos entender para obedecer. La confianza nos lleva a obedecer aunque no entendamos todo. Humildad - Obedecer sin comprender, también exige humildad. La humildad nos ayudará a aceptar aquello que no entendemos. Confía y obede...

Conectado con Dios

En el mundo acelerado en el que vivimos, es fácil quedar atrapado en las redes sociales, los juegos, la música y todas las distracciones que nos ofrece la vida moderna.  Pero como cristianos, es esencial que recordemos este versículo: Clama a mí y te responderé; te daré a conocer cosas grandes e inaccesibles que tú no sabes. (Jeremías 33:3) La tecnología nos permite estar conectados con el mundo, pero a veces nos olvidamos de conectarnos con Dios. Él siempre está dispuesto a escuchar nuestras oraciones, responder nuestras preguntas y revelarnos maravillas que van más allá del entendimiento humano. La oración es nuestra conexión directa con Dios. Conectarnos con Dios no significa abandonar nuestra vida cotidiana, sino que lo incluimos en todos los aspectos de la misma. Al comenzar el día con oración, dar gracias por sus bendiciones, buscar su guía en tiempos de duda y compartir su mensaje de amor y esperanza con los demás, estamos verdaderamente conectados con Dios. A medida que bus...