Ir al contenido principal

Tránslate / Traducción

No sigas jugando


No se contenten solo con escuchar la palabra, pues así se engañan ustedes mismos. Llévenla a la práctica. (Santiago 1:22)

¿Sabes quiénes acostumbran engañarse a propósito? 

Los niños cuando juegan. 

Los chiquillos se engañan, fingen ser su superhéroe favorito durante el rato en que están jugando, imaginando que tienen la capacidad de volar o de ser súper fuertes. 

Pero cuando las madres los mandan a ir a tomar un baño, la farsa acaba y ya no pueden volar ni resistir.

Santiago es muy claro cuando dice que la persona que oye lo que la Biblia dice, pero no lo practica, se está engañando a sí misma. 

Sabiendo esto, el lector de Santiago debe preguntarse "¿estoy jugando a ser cristiano?". 

De ser verdad, el arrepentimiento está al alcance de todos y Jesús llama a esas personas a poner en práctica sus enseñanzas.

Tómalo en serio.

Toma en serio las enseñanzas y los mandamientos de la Biblia. 

Son verdaderos y deben ser practicados.

Lee la Biblia con más intensidad.

Busca en oración las áreas en las que has descuidado el carácter cristiano.


Para orar:

Mi Señor y Salvador Jesucristo, mi Padre amado, antes que nada te pido perdón por mis faltas en el andar cristiano. 

Perdón por todos los momentos en los que no me dediqué como debía y que no tomé en serio mi compromiso contigo. 

Ruego que el Espíritu Santo me capacite para caminar de la manera que Jesús enseñó y me dé fuerzas para proseguir. 

En el nombre de Jesús, amén.

Comentarios

NOVEDADES

Caminando con Cristo

Muchas veces, en nuestro caminar con Dios, podemos sentir que todavía estamos lejos de ser perfectos. Nos enfrentamos a luchas, fracasos y momentos en los que pensamos que no estamos progresando como nos gustaría.  Pero el apóstol Pablo nos recuerda en Filipenses 3:12-14 que no importa cuán imperfectos seamos o cuántos errores hayamos cometido en el pasado, Dios nos llama a seguir adelante. No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. (Filipenses 3:12-14) No necesitamos quedarnos estancados en el pasado. En Cristo, tenemos una nueva oportunidad cada día. Lo más importante es seguir avanzando, manteniendo siempre la mirada fija en el objetivo, que es n...

Dios puede animar tu día

Hoy compartimos una verdad transformadora: el poder de Dios es capaz de animar tu vida diaria. En medio de la adversidad, es reconfortante saber que tenemos un Dios que está siempre a nuestro lado, dispuesto a fortalecernos y animarnos. La Palabra de Dios asegura en Isaías 41:10: Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa. (Isaías 41:10) Es una promesa fortalecedora que muestra que Dios no solo está con nosotros, sino que también nos permite vencer los desafíos. Cuando el día se sienta pesado, recuerda Filipenses 4:13: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece". No nos enfrentamos solos a los desafíos: el Señor nos acompaña y nos capacita para superar cualquier situación. Además, cada mañana la misericordia de Dios es nueva (Lamentaciones 3:22-23), brindándonos un nuevo día lleno de oportunidades para experimentar el amor y el aliento divinos. Por tanto, deja tu día en ...

Con Cristo, todo el año es un año nuevo

Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús. (Filipenses 3:13-14) El final del año es por lo general un momento de conmemoración, aunque no para todos. Para algunas personas pensar en el próximo año puede causar desánimo: "da igual, todos los años son iguales". No todos actúan de la misma manera ante la expectativa de un año nuevo. La mejor manera de romper con el desánimo es ser sincero con Dios. No hay nada mejor que abrir el corazón y exponer tus expectativas antes del "cambio de año". Dios es misericordioso, él nos oye, y es eso lo que desea que hagamos. Solo el Espíritu Santo es capaz de calmarnos y de confortarnos. ¡Permítele que lo haga! Sé sincero contigo y reconoce todo lo que Dios ha hecho en tu vida. Desarrollar un corazón agradeci...