Ir al contenido principal

Tránslate / Traducción

Bajando los humos


Por la gracia que se me ha dado, les digo a todos ustedes: Nadie tenga un concepto de sí más alto que el que debe tener, sino más bien piense de sí mismo con moderación, según la medida de fe que Dios le haya dado. - Romanos 12:3

Hay dos extremos peligrosos en la percepción de nuestra imagen propia. Uno es pensar que somos inferiores a lo que realmente somos. Infelizmente, hay muchos que no han descubierto aún su verdadero valor en Dios y viven acomplejados y tristes. El otro extremo es sobrevalorar el concepto que tenemos de nosotros mismos, juzgándonos como mejores de lo que somos en realidad. Diría que la mayoría de nosotros está en este último grupo.

Nos consideramos mejores que los otros y es por eso que, con frecuencia, hablamos demasiado, tenemos siempre la razón, las mejores disculpas y el mejor argumento. Compramos de más, comemos de más, necesitamos de más, nos divertimos de más solo porque lo merecemos. La Palabra de Dios nos enseña que en Cristo somos nuevas criaturas, diferentes al patrón de este mundo. Podemos tener un espíritu humilde y equilibrado, reconociendo nuestra importancia por causa de Cristo y no por nosotros mismos.

Moderando pensamientos y actitudes hoy:

Ora y pide a Dios que te ayude a tener el concepto correcto de ti mismo.

Piensa en cuáles áreas de tu vida has sido egoísta o pretencioso. Pídele a Dios que te perdone y te ayude a ser humilde y altruista.

Observa cuántas personas preciosas hay a tu alrededor. Reconoce con algún gesto o con palabras el valor de los otros (muestra tu interés, alimenta a alguien, visita, haz regalos, sé gentil, conversa, etc.).

Reconoce que no siempre tienes la razón. Escucha más a los demás, actúa con paciencia y moderación.

Busca aprender a través de la Biblia cómo ejercer el amor, el dominio propio y el equilibrio.

Considera que hay valor en el cuerpo de Cristo. Nos necesitamos los unos a los otros. Ora por y junto con otros hermanos en la fe.

Para orar:

Señor Dios, perdóname si he sido arrogante y egoísta. Es conveniente que tú crezcas y que yo mengüe, Jesús. Sin tu ayuda tengo dificultades para hacer las cosas con amor y moderación. Ayúdame a tener equilibrio al lidiar con otras personas. Enséñame también a reconocer el valor de los demás y a demostrarlo en mi diario vivir para tu gloria. En el nombre de Jesús, amén.

Comentarios

NOVEDADES

Caminando con Cristo

Muchas veces, en nuestro caminar con Dios, podemos sentir que todavía estamos lejos de ser perfectos. Nos enfrentamos a luchas, fracasos y momentos en los que pensamos que no estamos progresando como nos gustaría.  Pero el apóstol Pablo nos recuerda en Filipenses 3:12-14 que no importa cuán imperfectos seamos o cuántos errores hayamos cometido en el pasado, Dios nos llama a seguir adelante. No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. (Filipenses 3:12-14) No necesitamos quedarnos estancados en el pasado. En Cristo, tenemos una nueva oportunidad cada día. Lo más importante es seguir avanzando, manteniendo siempre la mirada fija en el objetivo, que es n...

Dios puede animar tu día

Hoy compartimos una verdad transformadora: el poder de Dios es capaz de animar tu vida diaria. En medio de la adversidad, es reconfortante saber que tenemos un Dios que está siempre a nuestro lado, dispuesto a fortalecernos y animarnos. La Palabra de Dios asegura en Isaías 41:10: Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa. (Isaías 41:10) Es una promesa fortalecedora que muestra que Dios no solo está con nosotros, sino que también nos permite vencer los desafíos. Cuando el día se sienta pesado, recuerda Filipenses 4:13: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece". No nos enfrentamos solos a los desafíos: el Señor nos acompaña y nos capacita para superar cualquier situación. Además, cada mañana la misericordia de Dios es nueva (Lamentaciones 3:22-23), brindándonos un nuevo día lleno de oportunidades para experimentar el amor y el aliento divinos. Por tanto, deja tu día en ...

Con Cristo, todo el año es un año nuevo

Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús. (Filipenses 3:13-14) El final del año es por lo general un momento de conmemoración, aunque no para todos. Para algunas personas pensar en el próximo año puede causar desánimo: "da igual, todos los años son iguales". No todos actúan de la misma manera ante la expectativa de un año nuevo. La mejor manera de romper con el desánimo es ser sincero con Dios. No hay nada mejor que abrir el corazón y exponer tus expectativas antes del "cambio de año". Dios es misericordioso, él nos oye, y es eso lo que desea que hagamos. Solo el Espíritu Santo es capaz de calmarnos y de confortarnos. ¡Permítele que lo haga! Sé sincero contigo y reconoce todo lo que Dios ha hecho en tu vida. Desarrollar un corazón agradeci...