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Tránslate / Traducción

Sigue a Jesús de cerca

Prendieron entonces a Jesús y lo llevaron a la casa del sumo sacerdote. Pedro los seguía de lejos. - Lucas 22:54

Hoy día hay una práctica muy común en las redes sociales que es "seguir" o darle "me gusta" a determinada persona, su trabajo o su actividad en los canales sociales o páginas. 

De hecho, hay personas que se dedican a seguir las ideas, tendencias y consejos de los nuevos "influenciadores digitales". 

Pero es muy importante considerar hasta qué punto es positivo seguir de cerca la vida de otra persona. 

¿Vale la pena seguir a ese tipo de persona? ¿Qué es lo que habla? ¿Qué hace o puede llegar a hacer por ti?

Mejor aun, piensa un momento cuál es la razón por la que sigues a Jesús.

Pedro prometió que seguiría a Jesús no solo hasta la cárcel sino hasta la muerte (Lucas 22:33). 

Pero cuando llegó el peligro tanto él como los otros huyeron. 

Pedro se apartó y siguió a Jesús de lejos. 

Al igual que nosotros, en un momento de debilidad él negó al Señor...

Muchas veces, cuando los problemas nos amenazan, en vez de acercarnos más a Dios nos alejamos de él. 

Esos tiempos son críticos porque abrimos la puerta al pecado. 

Como Pedro, negamos que conocemos, amamos y confiamos en el Señor. 

No permitas que las circunstancias difíciles te alejen del Señor.

Sigue a Jesús de cerca

Tú le importas de verdad a Jesús. Cree que él está cerca aun cuando tú te alejes...

Busca al Señor como a un verdadero amigo.

Arrepiéntete y confiesa todo al Señor. Si tú le has fallado, recuerda que él es fiel y justo para perdonar.

Aunque estés quebrantado, Cristo puede restaurar tu vida y ayudarte a ser una versión mejor de ti mismo.

Entrégate a Jesús de todo corazón. Búscalo sin reservas, en espíritu y verdad.

Seguir a Dios de cerca implica buscarlo y consultarlo (Sofonías 1:6).

Separa un tiempo diariamente para orar, leer y meditar en la Palabra de Dios.

Parece simple, pero la fidelidad se desarrolla en la búsqueda personal y constante de Jesús.

Para orar:

Señor, sé que he estado andando lejos de ti. 

¡Perdóname por favor, mi Dios! 

Ayúdame porque soy pequeño y débil. Hazme fuerte por tu gracia... 

Enséñame a reconocer que te necesito siempre, mi Padre amado. 

Que ninguna dificultad o aflicción sea suficiente para alejarme de ti o de la certeza de tu amor. 

Ayúdame a buscarte cada día más. 

En el nombre de Jesús, amén.

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