Ir al contenido principal

Tránslate / Traducción

La honestidad hace la diferencia

Las riquezas mal habidas no sirven de nada, pero la justicia libra de la muerte. (Proverbios 10:2)

Infelizmente, la honestidad es una virtud muy poco practicada en el mundo. La ganancia y el egoísmo sobresalen en las relaciones humanas desde la tierna infancia. Si no nos mantenemos vigilantes, caemos en la tentación de hacer todo lo posible por obtener ventaja, engañar o aprovecharnos de alguna situación.

Pero ese tipo de conducta no debe ser una opción para los hijos de Dios. Las ganancias deshonestas no proceden del Señor. Cristo nos llama a hacer la diferencia, siendo sal y luz en una sociedad corrupta, llena de engaño, de trampas y timos. Paga el precio y sé fiel, correcto y honesto.

Recuerda que todo el dinero del mundo no es suficiente para corromper al Juez del Universo. Dios es perfectamente justo y espera una postura semejante de su pueblo. Las riquezas pueden librar a alguien de una pena en un tribunal civil, pero es la rectitud la que librará a los culpados de la justicia eterna (Proverbios 11:4-5).

Marca la diferencia

Ora y pide a Dios que te ayude a ser más honesto, justo y correcto en todo lo que haces.

Ser honesto es hacer lo que es correcto cuando se está frente a las personas o estando solo (los ojos de Dios están en todos los lugares - Proverbios 15:3, Hebreos 4:13).

Sé el mejor ejemplo de honestidad para tu familia y amigos. Enseña en la práctica (tanto a niños como a grandes) el valor de esa virtud:

no tomes las cosas que no son tuyas;

cumple tu palabra;

no asumas deudas si no tienes cómo pagar;

devuelve lo que tomas prestado;

di la verdad,

no te asocies con deshonestos,

admite cuando cometes una falta y pide perdón, etc.

La honestidad, la verdad y la rectitud son valores innegociables. No lo pienses 2 veces, ¡haz lo correcto!

Para orar:

Señor mi Dios, vivimos en un mundo muy inclinado al mal. Ayúdame a ser diferente. Perdóname. Que yo me entristezca con mis defectos de carácter y cambie de dirección cuando peque. Que yo no me formatee con el modelo "normal" de la mayoría, sino que sea transformado por tu Palabra. Purifica mis pensamientos y mis acciones. Enséñame a ser más como Jesús, que mantenga sus valores, cueste lo que cueste. En el nombre de Jesús, amén.

Comentarios

NOVEDADES

Caminando con Cristo

Muchas veces, en nuestro caminar con Dios, podemos sentir que todavía estamos lejos de ser perfectos. Nos enfrentamos a luchas, fracasos y momentos en los que pensamos que no estamos progresando como nos gustaría.  Pero el apóstol Pablo nos recuerda en Filipenses 3:12-14 que no importa cuán imperfectos seamos o cuántos errores hayamos cometido en el pasado, Dios nos llama a seguir adelante. No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. (Filipenses 3:12-14) No necesitamos quedarnos estancados en el pasado. En Cristo, tenemos una nueva oportunidad cada día. Lo más importante es seguir avanzando, manteniendo siempre la mirada fija en el objetivo, que es n...

Dios puede animar tu día

Hoy compartimos una verdad transformadora: el poder de Dios es capaz de animar tu vida diaria. En medio de la adversidad, es reconfortante saber que tenemos un Dios que está siempre a nuestro lado, dispuesto a fortalecernos y animarnos. La Palabra de Dios asegura en Isaías 41:10: Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa. (Isaías 41:10) Es una promesa fortalecedora que muestra que Dios no solo está con nosotros, sino que también nos permite vencer los desafíos. Cuando el día se sienta pesado, recuerda Filipenses 4:13: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece". No nos enfrentamos solos a los desafíos: el Señor nos acompaña y nos capacita para superar cualquier situación. Además, cada mañana la misericordia de Dios es nueva (Lamentaciones 3:22-23), brindándonos un nuevo día lleno de oportunidades para experimentar el amor y el aliento divinos. Por tanto, deja tu día en ...

Con Cristo, todo el año es un año nuevo

Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús. (Filipenses 3:13-14) El final del año es por lo general un momento de conmemoración, aunque no para todos. Para algunas personas pensar en el próximo año puede causar desánimo: "da igual, todos los años son iguales". No todos actúan de la misma manera ante la expectativa de un año nuevo. La mejor manera de romper con el desánimo es ser sincero con Dios. No hay nada mejor que abrir el corazón y exponer tus expectativas antes del "cambio de año". Dios es misericordioso, él nos oye, y es eso lo que desea que hagamos. Solo el Espíritu Santo es capaz de calmarnos y de confortarnos. ¡Permítele que lo haga! Sé sincero contigo y reconoce todo lo que Dios ha hecho en tu vida. Desarrollar un corazón agradeci...