Ir al contenido principal

Tránslate / Traducción

Todo lo que necesitamos

 

Su divino poder, al darnos el conocimiento de aquel que nos llamó por su propia gloria y excelencia, nos ha concedido todas las cosas que necesitamos para vivir como Dios manda. (2 Pedro 1:3) 

Dios no es un camarero que nos entrega lo que pedimos del menú. Él es un Padre que sustenta un hogar con todo lo que es necesario. A veces, somos tentados a transformar a Dios en un genio de la lámpara y nuestras oraciones en lista de Navidad pidiendo constantemente cosas materiales. 

Lo que Pedro nos enseña aquí es algo muy poderoso. El divino poder del Señor ya nos proveyó todo lo que necesitamos para la vida. Él utiliza el conocimiento que tenemos de Jesús para eso. No es un conocimiento simplemente teórico, sino un conocimiento que surge de la vivencia. Si conoces a Jesús de verdad, ya tienes todo lo que es necesario para la vida.

Cree en Cristo y deja que él transforme tu vida. En Jesús encontramos nuestra salud y nuestra riqueza, vida eterna y una herencia que dura para siempre.

Conócelo
Ora a Dios y pídele iluminación para que puedas entender las Escrituras;
Lee la Biblia, principalmente los Evangelios, y esfuérzate en conocer a Jesucristo;
Confía en que Dios te provee todo lo que necesitas.

Para orar:
Señor, mi Dios y Padre, te pido que me perdones por las veces en las que he intentado convertirte en mi siervo, viéndote como a alguien que me debe. Al mismo tiempo, Padre, te pido que renueves mi comprensión sobre ti, que yo te conozca como eres verdaderamente y de la forma en la que te has revelado. ¡Que Jesucristo tenga total soberanía sobre mi vida! Confío que por medio de él se me suplirá todo lo que necesito para vivir. Amén.

Comentarios

NOVEDADES

Caminando con Cristo

Muchas veces, en nuestro caminar con Dios, podemos sentir que todavía estamos lejos de ser perfectos. Nos enfrentamos a luchas, fracasos y momentos en los que pensamos que no estamos progresando como nos gustaría.  Pero el apóstol Pablo nos recuerda en Filipenses 3:12-14 que no importa cuán imperfectos seamos o cuántos errores hayamos cometido en el pasado, Dios nos llama a seguir adelante. No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. (Filipenses 3:12-14) No necesitamos quedarnos estancados en el pasado. En Cristo, tenemos una nueva oportunidad cada día. Lo más importante es seguir avanzando, manteniendo siempre la mirada fija en el objetivo, que es n...

Dios puede animar tu día

Hoy compartimos una verdad transformadora: el poder de Dios es capaz de animar tu vida diaria. En medio de la adversidad, es reconfortante saber que tenemos un Dios que está siempre a nuestro lado, dispuesto a fortalecernos y animarnos. La Palabra de Dios asegura en Isaías 41:10: Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa. (Isaías 41:10) Es una promesa fortalecedora que muestra que Dios no solo está con nosotros, sino que también nos permite vencer los desafíos. Cuando el día se sienta pesado, recuerda Filipenses 4:13: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece". No nos enfrentamos solos a los desafíos: el Señor nos acompaña y nos capacita para superar cualquier situación. Además, cada mañana la misericordia de Dios es nueva (Lamentaciones 3:22-23), brindándonos un nuevo día lleno de oportunidades para experimentar el amor y el aliento divinos. Por tanto, deja tu día en ...

Con Cristo, todo el año es un año nuevo

Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús. (Filipenses 3:13-14) El final del año es por lo general un momento de conmemoración, aunque no para todos. Para algunas personas pensar en el próximo año puede causar desánimo: "da igual, todos los años son iguales". No todos actúan de la misma manera ante la expectativa de un año nuevo. La mejor manera de romper con el desánimo es ser sincero con Dios. No hay nada mejor que abrir el corazón y exponer tus expectativas antes del "cambio de año". Dios es misericordioso, él nos oye, y es eso lo que desea que hagamos. Solo el Espíritu Santo es capaz de calmarnos y de confortarnos. ¡Permítele que lo haga! Sé sincero contigo y reconoce todo lo que Dios ha hecho en tu vida. Desarrollar un corazón agradeci...