Ir al contenido principal

Tránslate / Traducción

El poder de Dios no está limitado

 

El Señor le respondió a Moisés: ¿Acaso el poder del Señor es limitado? ¡Pues ahora verás si te cumplo o no mi palabra! (Números 11:23) 

En el camino a la tierra prometida, el pueblo de Israel se quejaba continuamente. En un momento en el que se quejaron de la falta de carne porque estaban hartos del maná, Dios le dijo a Moisés que les daría carne por todo un mes. 

Ante tan extraordinaria promesa, Moisés dudó que fuera posible. No lo conseguirían aunque mataran todo el ganado de Israel. En ese momento, Dios confirmó su poder sin limitarse a nada, e hizo como había dicho. 

A veces actuamos como Moisés y dudamos del extraordinario poder de Dios obrando en nuestras vidas. De hecho, dudamos como Moisés y nos quejamos como el pueblo. Mientras vamos por el camino de la vida nos quejamos de todo y dudamos de que Dios pueda suplir nuestras necesidades. Pero puedes descansar con la seguridad de que el poder del Señor no está limitado. 

¡Mira a ver si se cumple la Palabra!

Pon todas tus dudas, deseos y problemas en oración, deja que Dios escuche lo que está pasando.

Confía en que el poder de Dios no tiene límites, él puede actuar en tu vida e intervenir donde lo necesites.

Pero sé obediente, no seas alguien que se queja siempre olvidando las obras maravillosas que Dios ya ha hecho.

Para orar:

Señor Dios, te doy gracias por todo lo que ya has hecho por mí, por la salvación que me has dado en tu hijo Jesucristo y por todo lo demás. Te pido perdón por los momentos en los que me quejo olvidando tu poder. También te presento hoy mis inquietudes, quiero confiar en tu mano poderosa para actuar en mis necesidades. En el nombre de Jesús, amén.

Comentarios

NOVEDADES

Caminando con Cristo

Muchas veces, en nuestro caminar con Dios, podemos sentir que todavía estamos lejos de ser perfectos. Nos enfrentamos a luchas, fracasos y momentos en los que pensamos que no estamos progresando como nos gustaría.  Pero el apóstol Pablo nos recuerda en Filipenses 3:12-14 que no importa cuán imperfectos seamos o cuántos errores hayamos cometido en el pasado, Dios nos llama a seguir adelante. No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. (Filipenses 3:12-14) No necesitamos quedarnos estancados en el pasado. En Cristo, tenemos una nueva oportunidad cada día. Lo más importante es seguir avanzando, manteniendo siempre la mirada fija en el objetivo, que es n...

Dios puede animar tu día

Hoy compartimos una verdad transformadora: el poder de Dios es capaz de animar tu vida diaria. En medio de la adversidad, es reconfortante saber que tenemos un Dios que está siempre a nuestro lado, dispuesto a fortalecernos y animarnos. La Palabra de Dios asegura en Isaías 41:10: Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa. (Isaías 41:10) Es una promesa fortalecedora que muestra que Dios no solo está con nosotros, sino que también nos permite vencer los desafíos. Cuando el día se sienta pesado, recuerda Filipenses 4:13: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece". No nos enfrentamos solos a los desafíos: el Señor nos acompaña y nos capacita para superar cualquier situación. Además, cada mañana la misericordia de Dios es nueva (Lamentaciones 3:22-23), brindándonos un nuevo día lleno de oportunidades para experimentar el amor y el aliento divinos. Por tanto, deja tu día en ...

Con Cristo, todo el año es un año nuevo

Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús. (Filipenses 3:13-14) El final del año es por lo general un momento de conmemoración, aunque no para todos. Para algunas personas pensar en el próximo año puede causar desánimo: "da igual, todos los años son iguales". No todos actúan de la misma manera ante la expectativa de un año nuevo. La mejor manera de romper con el desánimo es ser sincero con Dios. No hay nada mejor que abrir el corazón y exponer tus expectativas antes del "cambio de año". Dios es misericordioso, él nos oye, y es eso lo que desea que hagamos. Solo el Espíritu Santo es capaz de calmarnos y de confortarnos. ¡Permítele que lo haga! Sé sincero contigo y reconoce todo lo que Dios ha hecho en tu vida. Desarrollar un corazón agradeci...