Ir al contenido principal

Tránslate / Traducción

¿Sal en el salero?

Ustedes son la sal de la tierra. Pero, si la sal se vuelve insípida, ¿cómo recobrará su sabor? Ya no sirve para nada, sino para que la gente la deseche y la pisotee.. (Mateo 5:13)

Jesús hizo varias comparaciones interesantes en sus enseñanzas. 

En el Sermón del Monte, él comparó a sus seguidores con la sal y la luz. 

Si la luz no ilumina los lugares oscuros, ha perdido su propósito y su característica principal. 

Del mismo modo sucede con la sal: si no sala, condimenta y preserva, no sirve para nada.

La sal ha tenido un valor incalculable en la historia humana. 

Antiguamente, además de dar sabor a las comidas, la sal se usaba para preservar los alimentos antes de que existieran los frigoríficos. 

Llegó a ser el salario de los soldados romanos (de ahí el origen de las palabras sólido - moneda romana- y salario). 

Además de eso, hoy sabemos que la sal es fundamental para la vida. 

Sin el sodio nuestro organismo sería incapaz de muchas funciones importantísimas. 

Como Jesús dijo, así es el pueblo de Dios en este mundo.

Tú eres la sal en esta tierra sedienta de Vida y de transformación. 

Vivimos en un mundo insípido y corrompido. 

Cristo en ti es la vida y el sabor que puede dar sentido a tantos perdidos. 

Por eso, ¡sal del salero!

¡Da sabor a este mundo!

Si la sal no sale del salero y entra en las ollas, en los platos y en las masas, no hará ninguna diferencia. 

Lleva el amor de Dios a todos los lugares donde vayas.

Comparte la fe en Cristo. Él es el único camino para restaurar este mundo en deterioro.

Ora y pídele a Dios que te use como sal sabrosa en esta tierra.


Para orar:
Señor Dios, ayúdame a ser sal y luz en este mundo tan decadente y alejado de ti. 

Enséñame a transmitir los valores y la gracia revelada en tu Palabra para dar sentido a las personas con las que me encuentro. 

Dame valor y sabiduría para testificar con mi vida, siendo cada vez más parecido a Jesucristo. 

Te pido esto para tu gloria, amén.

Comentarios

NOVEDADES

"¿Debe o no, una iglesia dar el diez por ciento de las ofrendas que recibe?"

"¿Qué dice la Biblia acerca del diezmo?" Diezmar / ofrendar debe ser un gozo, una bendición.  Tristemente, casi nunca es ese el caso en la iglesia de hoy. Diezmar es un asunto con el que muchos cristianos luchan dia a dia. En muchas iglesias locales ponen demasiado énfasis en diezmar. Al mismo tiempo, muchos cristianos rehúsan someterse a la exhortación bíblica tocante a ofrendar al Señor. Diezmar es un concepto del Antiguo Testamento. El diezmo era un requisito de la ley en la cual todos los Israelitas ofrendaban al tabernáculo / templo el 10% de todo lo que ganaban y hacían crecer ( Levítico 27:30; Números 18:26; Deuteronomio 14:23; 2 Crónicas 31:5 ).  El Nuevo Testamento en ninguna parte ordena, o aún recomienda que los cristianos se sometan a un sistema legalista de diezmar.  Pablo declara que los creyentes deberían apartar una porción de sus ingresos a fin de dar soporte a la iglesia ( 1 Corintios 16:1-2 ). El Nuevo Testamento en ningún lugar señala un cierto porcent...

El Señor nos oye en el día de angustia

Que el Señor te oiga en momentos de angustia; que te defienda el Nombre, el Dios de Jacob. (Salmo 20:1) Cuando todo parece desmoronarse y nuestras almas están abatidas, hay una promesa que brilla como la luz en la oscuridad: el Señor nos escucha en el día de la angustia. Este breve, pero profundo versículo, revela el corazón de un Dios que no es indiferente a nuestro sufrimiento. Él no se limita a observar desde lejos, sino que inclina sus oídos al clamor sincero de quienes lo buscan. El salmista habla con certeza: «Que el Señor te oiga…». Nos reconforta saber que no estamos solos cuando el miedo llama a la puerta, cuando los planes fallan o cuando se nos acaban las fuerzas. La oración, en este contexto, no es un acto religioso vacío, sino un encuentro con el Dios vivo, que nos ayuda, nos protege y nos fortalece. Y todavía hay más: «que te defienda el Nombre, el Dios de Jacob». El nombre de Dios no es solo un título. Es una expresión de su carácter, su fidelidad, su pacto. El ...

Eres un canal de bendición para tu prójimo

Y de hacer bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios. Hebreos 13:16) ¿Alguna vez te has parado a pensar en el impacto que tu vida tiene en las personas que te rodean? A menudo creemos que para marcar la diferencia necesitamos hacer grandes cosas, pero la verdad es que cada acto de amor y generosidad cuenta. Una sonrisa, una palabra de aliento o un simple gesto de ayuda pueden transformar el día de alguien. Dios nos ha llamado a ser canales de bendiciones. Él nos da talentos, recursos y oportunidades para compartir con los demás. Cuando tendemos la mano a los necesitados, reflejamos el amor de Cristo y difundimos esperanza. Nuestra vida adquiere un propósito mayor cuando dejamos de mirar solo nuestras propias necesidades y empezamos a ver a los demás con compasión. Incluso en tiempos difíciles, puedes ser un instrumento de Dios. Tal vez una palabra reconfortante tuya sea justo lo que alguien necesita escuchar. Ayudar no es solo dar algo material...