Las Misiones
Es casi imposible sobreestimar la importancia, tan penetrante, del espíritu misionero.
Su valor no es únicamente en la obra cumplida y el dinero reunido para la predicación del evangelio sino también en el impacto que tiene sobre el carácter cristiano de la gente en la iglesia y su testimonio al mundo.
El pastor que falla en esto fracasa en hacer de su iglesia un poder para Cristo en el mundo y de desarrollar en ella la plenitud de vida que Dios quiere que posea.
Para desarrollar y fomentar un espíritu misionero en la iglesia es imprescindible que este espíritu esté también en el pastor.
Sin esto, ningún método, no importa cuan excelente sea, no tendrá éxito.
Si este espíritu está en el pastor se manifestará no únicamente en ocasiones especiales sino que lo difundirá en lo que él dice en el púlpito y en la reunión de oración.
Se derramará como una atmósfera de vida a través de la congregación e impartirá vitalidad y poder en todo el cuerpo.
Aparte de esta influencia general, hace falta también algunos métodos.
Tengo las siguientes sugerencias:
La iglesia debe contribuir regularmente a una obra sin fin de lucro.
Se puede hacer levantando ofrendas o poniendo una caja con tal fin en un lugar conveniente en la iglesia.
Muchas iglesias tienen la costumbre de dividir el año en cuatro o seis períodos y dedicar cada período a una o más obras.
Muchas veces esto ha sido exitoso.
Con cualquier plan elegido, debemos conseguir contribuciones regularmente.
Debemos alcanzar toda la congregación, los ancianos, jóvenes y niños y los ricos y pobres.
Si no, algunos pocos, no más, van a compartir en las ofrendas y los demás van a perder la bendición.
El pastor debe predicar sobre misiones por lo menos una vez en cada período.
En estos sermones el debe hacer mención de la gran importancia de estas obras sin fin de lucro.
El debe incluir hechos concretos sobre lo que estas obras están llevando a cabo en el mundo.
No es aconsejable ni necesario rogar por dinero en estos sermones.
Mejor es hacer mención de la enseñanza del gran Maestro quien dijo, "Más bienaventurado es dar que recibir." (Hechos 20:35)
Así presentamos el dar, no como un deber sino como un privilegio exhalado cuya recompensa está en sí mismo.
Bien preparado, el sermón misionero puede ser el más atractivo de su ministerio público.
Si él siempre tiene en mente que va a predicar dentro de poco otro sermón misionero, él va a guardar material de su lectura y reflexiones.
Esto facilitará mucho la preparación del sermón.
Un cuaderno especial para guardar pensamientos personales e ilustraciones para sermones misioneros se llenará rápidamente de la lectura del pastor.
La iglesia debe tener una reunión mensual dedicada a misiones.
Esto es de suma importancia porque en ella el espíritu misionero encuentra su expresión devocional.
Es una equivocación grave si el pastor falla en esto y la toma levemente.
Ninguna reunión es más provechosa que si es debidamente dirigida.
En cuanto a estas reuniones ofrezco las siguientes sugerencias.
No hace falta limitar la reunión a las misiones foráneas.
Hay ventajas en incluir todas las ramas del evangelismo.
Se puede dedicar las reuniones a varias ramas de la obra.
Una vez puede ser para la obra en América del Sur.
Otra vez puede ser para las zonas de mayores emigraciones.
Otra para los que trabajan entre los musulmanes.
Así también la reunión hará una contribución importante al conocimiento de la gente porque ofrece varios temas para cautivar su atención.
Para comenzar la reunión, el pastor puede presentar un sumario breve de todo el campo elegido incluyendo eventos de interés especial.
Se puede pedir que uno o más de los hermanos de la iglesia estén listos a presentar una obra en particular.
Debe quedar tiempo amplio para la oración porque, más que nada, este es el propósito para la reunión.
Las sugerencias arriba mencionadas son imperfectas y generales.
Cada iglesia es distinta.
El pastor tiene que acostumbrarse a los métodos de la iglesia.
El objetivo – el desarrollo del espíritu misionero en la iglesia es de suma importancia y debemos estudiar métodos con el fin de alcanzar nuestra meta.
PREGUNTAS SOBRE LA LECCIÓN
1. ¿Qué necesitas como pastor para desarrollar un espíritu misionero en tu iglesia?
2. ¿Quiénes deben participar en el dar financiero de la iglesia para las misiones?
3. ¿Qué función debe tener la Iglesia en las misiones?
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