No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta. (Romanos 12:2)
Cada año el mundo nos ofrece modelos y alternativas que la mayoría de las veces nos alejan de Dios.
Siempre surge alguna "novedad" que a fin de cuentas, ocupa buena parte de nuestro tiempo.
Con eso, nuestra dedicación a Dios disminuye sin que nos demos cuenta.
El modelo de este mundo no encaja con la voluntad de Dios.
Obviamente, cuando colocamos a Dios como prioridad no nos amoldamos a las tendencias de este mundo.
Ahora bien, esto solo es posible a través del Espíritu Santo que nos acerca a Dios.
Cuando buscamos hacer la voluntad de Dios actuamos con equilibrio y control de nuestros deseos carnales.
De esa forma, no somos influenciados por este mundo y pasamos a iluminar la tierra reflejando la voluntad del Padre.
Transforma tu mente
Busca el autocontrol y el equilibrio a través de la Palabra de Dios.
Actúa con cautela ante las "novedades" que el mundo ofrece.
Medita bien si esa nueva tendencia puede alejarte de Dios.
Puede que lo que el mundo ofrece esté bien, pero lo que Dios ofrece es todavía mejor.
Busca la santificación, ora, dedica una parte de tu día a Dios.
Oración.
Señor, el mundo me ofrece facilidades, pero lo que tú ofreces es todavía mejor.
No hay nada más precioso que tu presencia en mi vida. Lléname de tu
Espíritu para que yo pueda influenciar al mundo con tu Palabra.
En el nombre de Jesús, amén.
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