Todos los días enseñaba en el templo, y los jefes de los sacerdotes, los maestros de la ley y los dirigentes del pueblo procuraban matarlo. Sin embargo, no encontraban la manera de hacerlo, porque todo el pueblo lo escuchaba con gran interés. (Lucas 19:47-48)
Fíjate nuevamente en esa expresión: «(...) porque todo el pueblo lo escuchaba con gran interés».
¡La palabra de Jesús era fascinante!
Otra versión de ese texto de la Biblia dice que el pueblo «lo escuchaba con mucha atención» (versión Reina Valera Actualizada).
En el Evangelio de Mateo, cuando Jesús terminó el llamado «Sermón del Monte», el texto nos dice que las multitudes estaban «maravilladas de su enseñanza; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas» (Mateo 7:28-29).
La Palabra de Dios sigue siendo fascinante y cautivadora en nuestros días.
Hoy día, las enseñanzas de Jesús están registradas en la Biblia a nuestra disposición.
Si quieres conocer a Jesús y sus enseñanzas, debes conocer la Biblia.
Lee la Palabra de Dios diariamente. ¡Tú también quedarás maravillado con sus enseñanzas!
Conoce la Palabra de Dios
Lee la Biblia cada día.
Si lees 4 páginas de la Biblia por día, lograrás leerla en menos de 1 año.
Ora y pídele a Dios que te conceda el deseo de leer la Biblia y la capacidad para entender lo que él te dirá a través de la lectura.
Separa una hora específica para ese momento de lectura y meditación.
Escoge un lugar donde te sea fácil concentrarte en la lectura.
Lee la Biblia en oración durante tu tiempo devocional, buscando siempre el mensaje de Dios para aquel día.
Para orar
Señor Jesús, quiero conocerte a ti y a tu Palabra.
Concédeme el deseo y la voluntad de leer la Biblia, y capacítame para que pueda entender lo que tú deseas decirme.
Oro en el nombre de Jesús, amén.
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