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Mostrando entradas de mayo, 2024

¡Él es Dios con nosotros!

Dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados. Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había dicho por medio del profeta: «La virgen concebirá y dará a luz un hijo, y lo llamarán Emanuel» (que significa «Dios con nosotros»). (Mateo 1:21-23) Jesús es Emanuel, ¡Dios con nosotros! El amor de Dios por nosotros es tan grande que nos envió a su propio Hijo cumpliendo con lo que estaba en las Escrituras. Jesús vino como un bebé, necesitando cuidados y protección. Dios se hizo hombre y habitó entre nosotros para que a través de él fuésemos liberados de la condenación eterna: "quien, siendo por naturaleza Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse. Por el contrario, se rebajó voluntariamente, tomando la naturaleza de siervo y haciéndose semejante a los seres humanos." (Filipenses 2:6-7) ¡Dios se rebajó voluntariamente por amor a nosotros! Vivió como hombre en la tierra: sufrió humillaciones, decepc

Solo Dios nos concede la victoria

Yo no confío en mi arco, ni puede mi espada darme la victoria; tú nos das la victoria sobre nuestros enemigos, y dejas en vergüenza a nuestros adversarios. ¡Por siempre nos gloriaremos en Dios! ¡Por siempre alabaremos tu nombre! Selah (Salmo 44:6-8) Podemos ser fuertes y perseverantes, pero solo Dios nos puede dar la victoria. Cuando el salmista escribió esas palabras, él sabía muy bien de qué hablaba. Sin Dios, ni nuestra fuerza ni nuestra voluntad son suficientes para que alcancemos la victoria. Sin embargo, debemos continuar alabando a Dios aun en los peores momentos pues solo él puede darle la vuelta a una temporada difícil. Dios es quien determina todas las cosas y es por él que obtenemos la victoria. Busca el crecimiento, fortalécete, pero sobre todas las cosas, confía en Dios. Cuando invertimos nuestros esfuerzos en buscar a Dios, nos enfocamos en lo que es correcto. De esa forma crecemos en gracia, de fe en fe y de gloria en gloria. Confiando en Dios Crecemos en nuestra confian

Sinopsis del Nuevo Testamento (14. 1 Tesalonicenses)

EL MENSAJE DE 1ª TESALONICENSES La primera epístola de Pablo a los Tesalonicenses fue además la primera epístola que escribió el apóstol. Fue escrita a una iglesia que realizaba grandes esfuerzos, pero al mismo tiempo enérgica que hacia solo unos meses que había comenzado y que estaba compuesta por cristianos que acababan de venir a Cristo gracias al ministerio de Pablo. Es una epístola deliciosamente reveladora, que muestra los sentimientos del apóstol hacia estos recién convertidos, además de las luchas que existían en la iglesia primitiva.  En ocasiones tenemos unas ideas bastante distorsionadas con respecto a estos cristianos primitivos, con tendencia a considerarles siempre como personas triunfantes, siempre luchando con energía y obteniendo siempre grandes victorias en Cristo, pero también tenían graves problemas, algunos de los cuales se reflejan en esta epístola, que fue escrita alrededor del 50 A.D. y posiblemente fuese la primera parte de nuestro Nuevo Testamento en ser escri

El que ama a Dios, nunca se olvida

Señor, y no olvides ninguno de sus beneficios. (Salmo 103:2) El olvido forma parte de nuestras vidas. Si, por un lado, es bueno que olvidemos las ofensas y los problemas del pasado, por otro, hay muchos aspectos negativos en el olvido. Es bastante natural que tengamos lapsos de memoria de vez en cuando, olvidando las llaves, una clave, dónde colocamos el celular, una comida en el horno, o una cuenta por pagar... Es un fastidio, pero ¿a quién no le ha pasado jamás? Pero además de esos olvidos saludables y «normales» (pues tenemos una memoria selectiva que almacena cosas importantes y descarta cosas secundarias), hay otro tipo que es mucho más grave: el olvido de cosas muy importantes. Infelizmente, por causa de enfermedades, la falta de atención, el estrés y las distracciones, las consecuencias de ese tipo de olvido son mucho más graves, pudiendo hasta ser fatales en algunos casos (olvidar niños en el carro, compromisos asumidos, etc.). Tanto en un caso como en el otro es necesario ejer

¡Ay de mí! Reconociendo el pecado

Entonces dije: ¡Ay de mí, pues soy muerto! Porque siendo un hombre de labios impuros y habitando en medio de un pueblo de labios impuros, mis ojos han visto al Rey, al SEÑOR de los Ejércitos. (Isaías 6:5) Fueron muchas las veces en las que Isaías, profeta del Señor, habló palabras de denuncia y condenación a la gente de su tiempo. Isaías fue implacable, logró ver los errores más importantes que alejaban al pueblo de su Dios y los denunció con mucha habilidad, fue algo impresionante. Sin embargo, la denuncia más importante de su vida no fue contra otras personas, sino contra sí mismo. Cuando Isaías tuvo la visión del trono de Dios, cuando tuvo contacto con el Señor, no le quedó más que reconocer que él mismo era culpable e imperfecto. La Iglesia de hoy debe tener una actitud similar a la de Isaías. El cristiano necesita poder denunciar los pecados de la sociedad que le rodea, pero sin descuidar jamás el pecado que él mismo comete. ¡El camino, para los demás y para ti, es el del arrepent

Vive lo extraordinario

Andar en los designios del Señor es un principio fundamental de nuestra creencia: si creemos en la Palabra de Dios, debemos andar según sus principios.  Asimismo, si creemos que nada es imposible para Dios, nos sorprenderemos gratamente.  La realidad es que debemos tener esta expectativa en nuestro corazón. ¡Nuestro Dios es maravilloso! A través de Jesús, lo imposible es una posibilidad. Pueden suceder cosas que son racionalmente imposibles.  En el pasaje de Juan 9,  Jesús sorprendió algunos religiosos al sanar a un hombre ciego de nacimiento.  Aunque era una maravilla, ellos no estaban asombrados.  Había un problema: Jesús había sanado un pecador un sábado.  Ante este hecho, interrogaron al ciego para saber qué había sucedido. Por segunda vez llamaron los judíos al que había sido ciego, y le dijeron: ¡Da gloria a Dios! A nosotros nos consta que ese hombre es pecador. —Si es pecador, no lo sé —respondió el hombre—. Lo único que sé es que yo era ciego y ahora veo. Pero ellos le insistie

Juntos somos más fuertes

Uno solo puede ser vencido, pero dos presentan resistencia. El cordón de tres hilos no se rompe fácilmente. (Eclesiastés 4:12) La metáfora del "cordón triple" en Eclesiastés 4:12 resalta la importancia de la comunión entre hermanos en la fe. Similar a un cordón entrelazado con tres hilos, la vida cristiana se fortalece cuando los creyentes comparten experiencias, se apoyan y animan unos a otros. El primer pliegue simboliza las relaciones horizontales entre los hermanos, solidificando las amistades. El segundo pliegue representa la presencia constante de Dios, el vínculo central fortalecedor. El tercer pliegue simboliza la esencia de Dios que une a los creyentes como familia. Vivir en comunión, anclados en la presencia de Dios, forma un triple cordón que sostiene los desafíos de la vida cristiana y fortalece los vínculos fraternos entre los creyentes. La divina trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, ejemplifica esta perfecta unidad. La relación con Dios es la base sólida que

Alegrándonos en el Señor, incluso en las dificultades

Alégrense siempre en el Señor. Insisto: ¡Alégrense! (Filipenses 4:4) Ese versículo de Filipenses 4:4 nos recuerda la importancia de encontrar gozo en Dios, independientemente de las circunstancias que podamos enfrentar. Pablo nos anima a alegrarnos siempre en el Señor. Esto va más allá de una felicidad temporal basada en situaciones externas. Es un gozo profundo y duradero que tiene sus raíces en nuestra relación con Dios. Al exhortarnos a regocijarnos siempre, Pablo destaca la naturaleza constante del gozo que encontramos en Dios. No es algo condicional, sino algo que podemos experimentar independientemente de las luchas, desafíos o incertidumbres que enfrentemos en la vida. Este gozo no está limitado por las circunstancias, porque está cimentado en la presencia y el amor de Dios. Al enfocar nuestro gozo hacia el Señor, se nos invita a reconocer que él es la fuente de nuestro gozo. Cuando fijamos nuestra mirada en Dios y cultivamos una relación profunda con él, descubrimos un gozo que

Mantente enfocado en Dios

Concentren su atención en las cosas de arriba, no en las de la tierra... (Colosenses 3:2) Hoy más que nunca tenemos a nuestra disposición un sinnúmero de atracciones y distracciones a la distancia de un clic. Parece que todo el mundo busca apartar nuestra atención de lo que es importante, atrayéndola a cosas superfluas, vanas y sin sentido. Aun así, nada de eso es capaz de llenarnos ni de satisfacer las ansias que llevamos en nuestro corazón. Por eso, aparta tus ideas y tu confianza de las cosas pasajeras de esta tierra y ponlas en lo alto, en el Altísimo. ¡Enfoca tu mente en Cristo y mantenla enfocada en él! Todo cambiará en tu vida si mantienes la vista hacia arriba. Persevera entregándote al Señor con fe y amor. El socorro vendrá de lo alto (¡de Dios!), no de este mundo. Pero debes entender que es difícil pensar en las cosas celestiales cuando hay un aluvión de noticias sensacionalistas, fake news, entretenimientos, chismes y tanta información inútil. Si dejamos nuestra mente a la d

Sé leal, ama y confía en Dios

Pero tú debes volverte a tu Dios, practicar el amor y la justicia, y confiar siempreen él. (Oseas 12:6) La lealtad es una cualidad un poco rara en estos días.  Es una virtud aliada con otras cualidades importantes como son la fidelidad, la honestidad (1 Pedro 3:2) y el buen carácter.  La persona revela su lealtad a través de la manera en la que lidia con otras personas, cómo cumple con sus compromisos y se mantiene fiel a sus principios. ¡Dios es fiel y leal! Todo buen testimonio debe tener la lealtad como una característica fundamental.  Nos toca a nosotros, los seguidores de Cristo, ser leales a Dios y a las personas que están en medio nuestro. Infelizmente, en todos los ámbitos de la vida siempre habrá muchas tentaciones para caer en la corrupción, la traición y la infidelidad.  Mas todos los que son salvos deben estar firmes en la Palabra de Dios y ser leales a los valores sólidos puestos por Dios. Cuando somos leales damos más fruto, guiamos a los demás hacia Cristo y somos sal de

Sinopsis del Nuevo Testamento (13. Colosenses)

COLOSENSES: EL PODER PARA SOPORTAR CON GOZO La mayoría de las epístolas que escribió Pablo a las iglesias fueron dirigidas a aquellas iglesias que él mismo había fundado, pero no fue él quien comenzó la iglesia en Roma, ni la de Colosas.  No se sabe con certeza quién fundó la iglesia de Colosas, pero es muy factible que fuese un hombre al que se menciona en algunas de las otras epístolas de Pablo, Epafrodito o, debido a que ese era un nombre demasiado largo como para que ni siquiera los griegos lo pronunciasen, Epafras.  Se le menciona en esta epístola como procedente de Colosas y es el que probablemente fundó esta iglesia.  No sabemos dónde oiría el Evangelio, pero lo que sí es evidente era que lo había proclamado en su ciudad natal e incluso había proclamado a Cristo y de dicha proclamación había surgido la iglesia de Colosas. Epafrodito había ido a Roma a ver al Apóstol Pablo, que en aquel entonces se hallaba prisionero, llevándole los informes acerca de la iglesia en Colosas.  Hubo

¡Eres más que vencedor!

Sin embargo, en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. (Romanos 8:37) ¡Tú eres más que vencedor! Esto es así, aunque todo te diga lo contrario y aunque tú mismo te sientas triste o derrotado en algunos momentos. La victoria que Jesucristo conquistó no fue exclusiva para sí, sino que él concede a todo el que cree en él ser vencedor como él. Así que, por los méritos de Jesús, somos más que vencedores. No hicimos nada por merecerlo, mas él nos lo dio por gracia... Ser más que vencedor no quiere decir que somos inmunes a las dificultades, a las luchas y a los problemas. Significa que pasamos por esas situaciones con la actitud correcta, firmes en la fe, con la presencia del mejor amigo y con la paz que excede a la comprensión humana. Aunque vengan grandes luchas que intenten derribarnos, nada podrá apartarnos de la presencia y del amor de Dios en Cristo Jesús. Si ya conoces y crees en este amor, tú eres también más que vencedor. Ten la actitud de un vencedor: Co

No sigas jugando

No se contenten solo con escuchar la palabra, pues así se engañan ustedes mismos. Llévenla a la práctica. (Santiago 1:22) ¿Sabes quiénes acostumbran engañarse a propósito?  Los niños cuando juegan.  Los chiquillos se engañan, fingen ser su superhéroe favorito durante el rato en que están jugando, imaginando que tienen la capacidad de volar o de ser súper fuertes.  Pero cuando las madres los mandan a ir a tomar un baño, la farsa acaba y ya no pueden volar ni resistir. Santiago es muy claro cuando dice que la persona que oye lo que la Biblia dice, pero no lo practica, se está engañando a sí misma.  Sabiendo esto, el lector de Santiago debe preguntarse "¿estoy jugando a ser cristiano?".  De ser verdad, el arrepentimiento está al alcance de todos y Jesús llama a esas personas a poner en práctica sus enseñanzas. Tómalo en serio. Toma en serio las enseñanzas y los mandamientos de la Biblia.  Son verdaderos y deben ser practicados. Lee la Biblia con más intensidad. Busca en oración

¿Águila o avestruz?

Ya que han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la derecha de Dios. Concentren su atención en las cosas de arriba, no en las de la tierra. (Colosenses 3:1-2) ¿Te pareces más a un águila o a un avestruz?  El águila es un animal imponente, posee una visión extraordinaria y es símbolo de fuerza, poder y gloria, inclusive en la Biblia.  El águila simboliza a Juan porque esta ave es considerada un animal sabio y clarividente, que cuando vuela mira directamente al sol, y el Evangelio de Juan es más abstracto y teológico que los demás. (Salmos 103:4-5), Entonces, el águila tiene solamente dos alternativas: dejarse morir o enfrentar un doloroso proceso de renovación que durará unos ciento cincuenta días.  Ese proceso consiste en volar hacia lo alto de una montaña y quedarse ahí, en un nido improvisado cercano a un paredón, en donde no tenga la necesidad de volar. En la Biblia hay muchas referencias al avestruz, lo que indica que se trataba de un ave m

La honestidad hace la diferencia

Las riquezas mal habidas no sirven de nada, pero la justicia libra de la muerte. (Proverbios 10:2) Infelizmente, la honestidad es una virtud muy poco practicada en el mundo. La ganancia y el egoísmo sobresalen en las relaciones humanas desde la tierna infancia. Si no nos mantenemos vigilantes, caemos en la tentación de hacer todo lo posible por obtener ventaja, engañar o aprovecharnos de alguna situación. Pero ese tipo de conducta no debe ser una opción para los hijos de Dios. Las ganancias deshonestas no proceden del Señor. Cristo nos llama a hacer la diferencia, siendo sal y luz en una sociedad corrupta, llena de engaño, de trampas y timos. Paga el precio y sé fiel, correcto y honesto. Recuerda que todo el dinero del mundo no es suficiente para corromper al Juez del Universo. Dios es perfectamente justo y espera una postura semejante de su pueblo. Las riquezas pueden librar a alguien de una pena en un tribunal civil, pero es la rectitud la que librará a los culpados de la justicia et

Dando gracias al Señor

¡Cuán bueno, Señor, es darte gracias y entonar, oh Altísimo, salmos a tu nombre. (Salmo 92:1) La gratitud nos conecta con el amor del Señor que nos rodea diariamente con sus bendiciones. Al despertarnos por la mañana, respiramos profundamente y expresamos gratitud por un día más de vida, un regalo de Dios. En cada paso que damos, recordemos estar agradecidos por el camino que él nos ha marcado. Al mirar atrás, reflexionemos sobre los tiempos difíciles que hemos enfrentado. La gratitud nos permite ver la mano del Señor guiándonos y sosteniéndonos. Él es la fuente de fortaleza en nuestras debilidades y por eso estamos agradecidos. La gratitud no es selectiva; ella nos llama a estar agradecidos no solo por las victorias obvias, sino también por los desafíos que moldean nuestro carácter. En medio de las dificultades, agradezcamos la oportunidad de crecer y confiar en el Señor. Demos gracias al Señor por su amor incondicional, por la gracia que nos cubre y por la esperanza que encontramos e

Para que no olviden

¡Pero tengan cuidado! Presten atención y no olviden las cosas que han visto sus ojos, ni las aparten de su corazón mientras vivan. Cuéntenselas a sus hijos y a sus nietos. (Deuteronomio 4:9) Ese es un recordatorio importante y una palabra de alerta para cada uno de nosotros: ¡NO TE OLVIDES DE DIOS! Como norma general, nuestra memoria tiende a ser selectiva: descarta las cosas menos importantes, aquellas en las que dejamos de pensar o que abandonamos. Si ignoramos a Dios a diario, si no meditamos en su Palabra, si en la práctica lo tratamos como insignificante, con certeza nuestra memoria lo irá borrando. La Biblia nos anima con frecuencia a pensar en Dios, a recordarnos de él: en las batallas de la vida (Nehemías 4:14) en las noches oscuras (Salmo 63:6) en la hora del dolor (Jonás 2:7) en los días de nuestra juventud (Eclesiastés12:1) al estar lejos del hogar (Zacarías 10:9) Nunca alejes tu corazón de todo lo que has visto y aprendido al lado del Señor. Eso será precioso cuando llegue

Todo lo que necesitamos

  Su divino poder, al darnos el conocimiento de aquel que nos llamó por su propia gloria y excelencia, nos ha concedido todas las cosas que necesitamos para vivir como Dios manda. (2 Pedro 1:3)  Dios no es un camarero que nos entrega lo que pedimos del menú. Él es un Padre que sustenta un hogar con todo lo que es necesario. A veces, somos tentados a transformar a Dios en un genio de la lámpara y nuestras oraciones en lista de Navidad pidiendo constantemente cosas materiales.  Lo que Pedro nos enseña aquí es algo muy poderoso. El divino poder del Señor ya nos proveyó todo lo que necesitamos para la vida. Él utiliza el conocimiento que tenemos de Jesús para eso. No es un conocimiento simplemente teórico, sino un conocimiento que surge de la vivencia. Si conoces a Jesús de verdad, ya tienes todo lo que es necesario para la vida. Cree en Cristo y deja que él transforme tu vida. En Jesús encontramos nuestra salud y nuestra riqueza, vida eterna y una herencia que dura para siempre. Conócelo