La fe en Jesús nos ayuda a ser libres del pecado y la culpa, abriendo el camino a una vida más feliz.
Esta alegría no está relacionada con lo que tenemos ni con lo que nos sucede, sino con cómo elegimos reaccionar ante las circunstancias de la vida.
Para encontrar la verdadera felicidad, es importante que tengamos una actitud de gratitud y generosidad.
3 puntos para alcanzar la verdadera felicidad:
La verdadera felicidad viene de Dios (Salmo 146:5).
La gratitud es un ingrediente importante para la felicidad (1 Tesalonicenses 5:18).
La generosidad trae gozo y contentamiento (Hechos 20:35).
Busca poner en práctica estos puntos.
Cuando lo hagas, verás que la vida tiene otro sabor y las dificultades de la vida no determinan nuestra alegría...
¡Lo hace nuestra fe en Dios!
Para orar:
Señor, mi alegría está en la convicción de que me amas y tienes lo mejor para mí.
Independientemente de lo que pase en mi vida cotidiana, sé que me amas y eso es suficiente para mí. ¡Gracias Jesús, amén!
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