Ir al contenido principal

Tránslate / Traducción

Win or Lose ! Ganar o Perder !

Win

or

Lose

During a recent college football season, University of Texas quarterback Colt McCoy began every post-game interview by thanking God for the opportunity to play. When he was injured early in the national championship game, he was forced to watch from the sidelines as his team lost.knee
Read:
 
2 Timothy 4:1-8

After the game, he told a television reporter, "I'd have given everything I have to be out there with my team....

I always give God the glory, I never question why things happen the way they do. God is in control of my life and I know that if nothing else, I'm standing on the Rock."

I have fought the good fight, I have finished the race, I have kept the faith. —
2 Timothy 4:7

The apostle Paul experienced God’s deliverance many times, but he didn’t insist on things going his way. From prison in Rome he wrote to Timothy: “I am already being poured out as a drink offering, and the time of my departure is at hand” (2 Tim. 4:6). Some might say that Paul had failed to accomplish his goals and that his life was ending in defeat. But he saw it differently: “I have fought the good fight, I have finished the race, I have kept the faith” (v.7). He looked forward to an eternal crown (v.8).

As we walk with God, we can praise Him for His faithfulness—win or lose.

I can always count on God, my heavenly Father,
For He changes not; He always is the same.
Yesterday, today, forever, He is faithful,
And I know He loves me, praise His holy name! —Felten
In every change He faithful will remain. —Katharina von Schlegel
Bible in a Year:
Numbers 23-25; Mark 7:14-37
"Reflexions from Our Daily Bread"
Posted by: Ben Ayala : benayalal@gmail.com
Thanks to the Sources at: rbc.org and odb.org
Follow Pastor Tony at:
www.facebook.com/roberto.bonillacea

Comentarios

NOVEDADES

Caminando con Cristo

Muchas veces, en nuestro caminar con Dios, podemos sentir que todavía estamos lejos de ser perfectos. Nos enfrentamos a luchas, fracasos y momentos en los que pensamos que no estamos progresando como nos gustaría.  Pero el apóstol Pablo nos recuerda en Filipenses 3:12-14 que no importa cuán imperfectos seamos o cuántos errores hayamos cometido en el pasado, Dios nos llama a seguir adelante. No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. (Filipenses 3:12-14) No necesitamos quedarnos estancados en el pasado. En Cristo, tenemos una nueva oportunidad cada día. Lo más importante es seguir avanzando, manteniendo siempre la mirada fija en el objetivo, que es n...

El gozo del Señor es fuente de fuerza

No se entristezcan porque el gozo del SEÑOR es su fortaleza. (Nehemías 8:10b) Vivimos tiempos en los que el desánimo intenta debilitarnos. Los problemas cotidianos, las incertidumbres y las luchas internas pueden agotarnos. La Palabra de Dios nos recuerda que existe una fuente inagotable de fortaleza: el gozo en el Señor. Este gozo no depende de las circunstancias, sino de nuestra relación con el Creador. Cuando Nehemías pronunció estas palabras, el pueblo de Israel estaba cansado, arrepentido y con el corazón quebrantado al escuchar la ley de Dios. Aun así, Dios les mandó regocijarse, porque este gozo no era fruto de méritos humanos, sino de la gracia y fidelidad divinas. De la misma manera, hoy, nuestra fuerza no reside en nosotros mismos, sino en el gozo que brota de sabernos amados, perdonados y sostenidos por nuestro Dios fiel. El verdadero gozo en Dios nos fortalece porque nos aleja de nuestros problemas y nos lleva a contemplar la soberanía, el cuidado y las promesas del Padre. ...

No confundas los desafíos con derrotas

Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo. (Juan 16:33) En la vida es común enfrentar momentos en los que todo parece desmoronarse. Las puertas se cierran, soplan vientos contrarios y el alma se siente abatida. En momentos así, muchos confunden el desafío con la derrota. Pero es importante entender que el desafío es una parte esencial del crecimiento, no el final del viaje. Los desafíos nos moldean, nos fortalecen y nos acercan a Dios. Nos enseñan a confiar más, a orar con más fervor y a depender completamente de la gracia de Dios. Cuando David se enfrentó a Goliat, fue un desafío, no una derrota. Cuando José fue vendido por sus hermanos y arrojado a la cárcel, fue un proceso, no el final de la historia. Dios nunca prometió una ausencia de luchas, pero garantizó su presencia constante en medio de ellas. Él convierte el desierto en un camino y el dolor en un propósito. Si hoy estás enfrentando algo difícil,...