Ir al contenido principal

Tránslate / Traducción

Agradecer las Peticiones Negadas.

Leer: Romanos 8:26

Oremos Hermanos y Hermanas en Cristo:

¡Santo Señor!

""He pecado, inúmeras veces, y he sido culpable de orgullo e incredulidad, de fallar en encontrar tu mente en tu Palabra, de negligencia de buscarte a Ti en mi vida diaria.

Mis transgresiones e inconsistencias me presentan con una lista de acusaciones, más te exalto que estas no van a ir contra mí, porque todo se ha colocado sobre Cristo.

Continúa sometiendo mis corrupciones, y concédeme la gracia de vivir por encima de ellas.

No permitas que las pasiones de la carne, ni de las concupiscencias de la mente traigan mi espíritu en sujeción, sino gobiérname en libertad y poder.

Te agradezco que muchas de mis oraciones fueran negadas.

Yo pedí mal o no he pedido, he orado a partir de mis concupiscencias y he sido rechazado, he anhelado amor y me fue dado un desierto.

Continúa con Tu obra paciente, respondiendo "no" a mis oraciones erradas y llevándome a aceptar esto.

Purifícame de todo deseo falso, de toda aspiración vil, de todo lo que es contrario a tus estatutos.

Te doy gracias por Tu sabiduría y tu amor, a todos los actos de disciplina a la que estoy sujeto, a veces me pusiste en el horno para refinar el oro y quitar mí escoria.

Ningún juicio es tan difícil de soportar como el sentido del pecado.

Si Tu me permitiese elegir entre vivir en el placer y mantener mis pecados, o que me queme en el juicio, dame aflicción santificada.

Líbrame de todo hábito malo, de cada crecimiento de pecados anteriores, de todo lo que ofusca el brillo de Tu gracia en mí, de todo lo que me impide deleitarme en Ti.

Entonces te glorificaré, Dios mío por ayudarme a ser recto.""

Comentarios

NOVEDADES

"¿Debe o no, una iglesia dar el diez por ciento de las ofrendas que recibe?"

"¿Qué dice la Biblia acerca del diezmo?" Diezmar / ofrendar debe ser un gozo, una bendición.  Tristemente, casi nunca es ese el caso en la iglesia de hoy. Diezmar es un asunto con el que muchos cristianos luchan dia a dia. En muchas iglesias locales ponen demasiado énfasis en diezmar. Al mismo tiempo, muchos cristianos rehúsan someterse a la exhortación bíblica tocante a ofrendar al Señor. Diezmar es un concepto del Antiguo Testamento. El diezmo era un requisito de la ley en la cual todos los Israelitas ofrendaban al tabernáculo / templo el 10% de todo lo que ganaban y hacían crecer ( Levítico 27:30; Números 18:26; Deuteronomio 14:23; 2 Crónicas 31:5 ).  El Nuevo Testamento en ninguna parte ordena, o aún recomienda que los cristianos se sometan a un sistema legalista de diezmar.  Pablo declara que los creyentes deberían apartar una porción de sus ingresos a fin de dar soporte a la iglesia ( 1 Corintios 16:1-2 ). El Nuevo Testamento en ningún lugar señala un cierto porcent...

El Señor nos oye en el día de angustia

Que el Señor te oiga en momentos de angustia; que te defienda el Nombre, el Dios de Jacob. (Salmo 20:1) Cuando todo parece desmoronarse y nuestras almas están abatidas, hay una promesa que brilla como la luz en la oscuridad: el Señor nos escucha en el día de la angustia. Este breve, pero profundo versículo, revela el corazón de un Dios que no es indiferente a nuestro sufrimiento. Él no se limita a observar desde lejos, sino que inclina sus oídos al clamor sincero de quienes lo buscan. El salmista habla con certeza: «Que el Señor te oiga…». Nos reconforta saber que no estamos solos cuando el miedo llama a la puerta, cuando los planes fallan o cuando se nos acaban las fuerzas. La oración, en este contexto, no es un acto religioso vacío, sino un encuentro con el Dios vivo, que nos ayuda, nos protege y nos fortalece. Y todavía hay más: «que te defienda el Nombre, el Dios de Jacob». El nombre de Dios no es solo un título. Es una expresión de su carácter, su fidelidad, su pacto. El ...

Eres un canal de bendición para tu prójimo

Y de hacer bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios. Hebreos 13:16) ¿Alguna vez te has parado a pensar en el impacto que tu vida tiene en las personas que te rodean? A menudo creemos que para marcar la diferencia necesitamos hacer grandes cosas, pero la verdad es que cada acto de amor y generosidad cuenta. Una sonrisa, una palabra de aliento o un simple gesto de ayuda pueden transformar el día de alguien. Dios nos ha llamado a ser canales de bendiciones. Él nos da talentos, recursos y oportunidades para compartir con los demás. Cuando tendemos la mano a los necesitados, reflejamos el amor de Cristo y difundimos esperanza. Nuestra vida adquiere un propósito mayor cuando dejamos de mirar solo nuestras propias necesidades y empezamos a ver a los demás con compasión. Incluso en tiempos difíciles, puedes ser un instrumento de Dios. Tal vez una palabra reconfortante tuya sea justo lo que alguien necesita escuchar. Ayudar no es solo dar algo material...