Ir al contenido principal

Tránslate / Traducción

¡Dios proveerá!

Isaac le dijo a Abraham: «¡Padre!»

«Dime, hijo mío.»
«Aquí tenemos el fuego y la leña —continuó Isaac—; pero ¿dónde está el cordero para el holocausto?»
El cordero, hijo mío, lo proveerá Dios —le respondió Abraham.
Y siguieron caminando juntos. (Génesis 22:7-8)

Los versículos de hoy narran un momento de gran prueba que Abraham pasó con su hijo, Isaac. Es la historia tan conocida en la que Dios puso a prueba la fe del patriarca al pedirle que le diera su hijo amado. 

Con certeza fue un test sin igual, pero apenas una prueba, pues Dios no quería que Isaac muriera. Abraham mostró que tenía fe en Dios al obedecerle en todo.

 Él sabía que el Señor que le había concedido el hijo prometido es fiel y que, de ser necesario, él lo resucitaría o proveería el cordero para el sacrificio. Y así fue: ¡Dios proveyó! Por eso puedes tener la certeza de que también proveerá en tu vida.

Al igual que en esta historia, a veces nuestra fe es puesta a prueba. Aunque no entendamos las circunstancias, necesitamos confiar en el Señor, pues a través de las luchas que enfrentamos aprendemos a depender más de él. 

Tener trabajo, un tratamiento de salud, recursos materiales, qué vestir, etc., son necesidades importantes. Pero debemos buscar primero el reino de Dios y su justicia (Mateo 6:31-33). 

Apoya tu fe totalmente en el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, porque él suplirá a todas tus necesidades para su alabanza y gloria.

Por fe Dios proveerá:
Confía plenamente en Dios. Él es fiel y cumple su Palabra.

Ora y pon toda tu vida bajo el cuidado del Señor.

Dios proveerá lo que necesitas. Pero recuerda que a veces puede que no sea compatible con lo que deseas que él haga.

Descansa en la provisión de Dios, pero trabaja y aprovecha las oportunidades que él trae a tu vida.
Busca orientación constante en la Palabra de Dios. Él provee la sabiduría necesaria para que tomes las decisiones correctas.


Para orar:

Señor Dios, te doy muchas gracias porque tú cuidas de mí. 

Aun cuando hay dificultades, yo sé que estás en control de mi vida. Provee lo que yo realmente necesito, no aquello que quiero. 

Ayuda también a mi familia, a la Iglesia, a mis hermanos en Cristo y amigos con sus necesidades diarias. 

Bendice nuestro país y suple las necesidades de nuestro pueblo, Señor. Dame sabiduría para administrar bien los recursos que me das. 

Abre puertas, Padre, y haz tu voluntad en mí. En el nombre de Jesús, amén.

Comentarios

NOVEDADES

Caminando con Cristo

Muchas veces, en nuestro caminar con Dios, podemos sentir que todavía estamos lejos de ser perfectos. Nos enfrentamos a luchas, fracasos y momentos en los que pensamos que no estamos progresando como nos gustaría.  Pero el apóstol Pablo nos recuerda en Filipenses 3:12-14 que no importa cuán imperfectos seamos o cuántos errores hayamos cometido en el pasado, Dios nos llama a seguir adelante. No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. (Filipenses 3:12-14) No necesitamos quedarnos estancados en el pasado. En Cristo, tenemos una nueva oportunidad cada día. Lo más importante es seguir avanzando, manteniendo siempre la mirada fija en el objetivo, que es n...

Dios puede animar tu día

Hoy compartimos una verdad transformadora: el poder de Dios es capaz de animar tu vida diaria. En medio de la adversidad, es reconfortante saber que tenemos un Dios que está siempre a nuestro lado, dispuesto a fortalecernos y animarnos. La Palabra de Dios asegura en Isaías 41:10: Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa. (Isaías 41:10) Es una promesa fortalecedora que muestra que Dios no solo está con nosotros, sino que también nos permite vencer los desafíos. Cuando el día se sienta pesado, recuerda Filipenses 4:13: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece". No nos enfrentamos solos a los desafíos: el Señor nos acompaña y nos capacita para superar cualquier situación. Además, cada mañana la misericordia de Dios es nueva (Lamentaciones 3:22-23), brindándonos un nuevo día lleno de oportunidades para experimentar el amor y el aliento divinos. Por tanto, deja tu día en ...

Con Cristo, todo el año es un año nuevo

Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús. (Filipenses 3:13-14) El final del año es por lo general un momento de conmemoración, aunque no para todos. Para algunas personas pensar en el próximo año puede causar desánimo: "da igual, todos los años son iguales". No todos actúan de la misma manera ante la expectativa de un año nuevo. La mejor manera de romper con el desánimo es ser sincero con Dios. No hay nada mejor que abrir el corazón y exponer tus expectativas antes del "cambio de año". Dios es misericordioso, él nos oye, y es eso lo que desea que hagamos. Solo el Espíritu Santo es capaz de calmarnos y de confortarnos. ¡Permítele que lo haga! Sé sincero contigo y reconoce todo lo que Dios ha hecho en tu vida. Desarrollar un corazón agradeci...