Ir al contenido principal

Tránslate / Traducción

Que el Señor te guíe en el amor verdadero

Que el Señor los lleve a amar como Dios ama, y a perseverar como Cristo perseveró. (2 Tesalonicenses 3:5)

¿Conoces ese amor perfecto y soñado que todos desean tener y apreciar? 

Sí, ese amor constante, fiel y verdadero no es un sueño. 

Existe y está disponible para ti y para mí. Dios ha dado pruebas de ese amor incondicional que llena el corazón de aliento y de esperanza. 

Todo está en su Palabra...

Tal vez aún no lo hayas experimentado, pero el amor de Dios puede transformar tu vida ahora mismo. 

Conócelo y responde a ese maravilloso amor divino. 

Acércate y descubre cómo y por qué Jesús te ama tanto, hasta el punto de dar su vida por ti. 

¡Persevera en ese descubrimiento!

Acércate al infinito amor de Dios

El Amor es una persona. 

Y él decidió amarnos, aunque no lo merecíamos. 

¡Esto es maravilloso!

Dios expresó su amor infinito al darnos a Jesucristo. 

Conéctate con él.

Ora y dale gracias a Dios por amarte. 

Por eso eres una persona tan preciosa.

El amor de Dios no es un mero sentimiento, sino una conexión de afecto, el compromiso de una relación personal. 

Es una entrega sacrificial que se traduce en la gracia de Jesús.

La Biblia es la carta de amor de Dios, escrita y preservada para sus seres queridos. 

Pasa tiempo leyéndola y conociendo mejor a Jesús. É

l es la expresión del profundo amor de Dios.


Para orar:

Señor, ayúdame a reconocer tu verdadero amor. 

Tu amor no tiene límites, es verdadero, perdonador y ahuyenta todo miedo. 

Gracias porque en el amor de Cristo me siento más fuerte y seguro. 

Sé que estoy firme en tus manos, Padre. 

Ayúdame a transmitir a los demás el precioso amor que he recibido de ti. 

Ayúdame a amar al Señor sobre todas las cosas y a mis hermanos y hermanas como a mí mismo. 

En el nombre de Jesús, amén.

Comentarios

NOVEDADES

Regocijaos en el Señor

Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos! (Filipenses 4:4) Jesús es el motivo de mi sonrisa, porque en su presencia encuentro la verdadera alegría. No es una alegría pasajera que depende de las circunstancias, sino una paz duradera que trasciende las dificultades. En medio de las dificultades de la vida, puedo confiar en que él está a mi lado, tomándome de la mano y guiándome por el camino seguro. La sonrisa que Jesús pone en mi rostro es un reflejo de su amor inconmensurable. Cuando miro la cruz, recuerdo el sacrificio que él hizo por mí y mi corazón se llena de gratitud. Él me amó primero, incluso cuando todavía estaba perdido. Este amor incondicional me sostiene y me da fuerzas para afrontar cada nuevo día con esperanza. Las promesas de Jesús son fuentes de alegría. Él nos prometió vida abundante y en su palabra encuentro consuelo y dirección. Cuando estoy cansado, encuentro descanso en sus brazos. Cuando estoy triste, él es mi alegría. Cuando soy débil, él es mi f...

¿Qué debo hacer cuando no logro entender?

Lo secreto le pertenece al Señor nuestro Dios, pero lo revelado nos pertenece a nosotros y a nuestros hijos para siempre, para que obedezcamos todas las palabras de esta ley. (Deuteronomio 29:29) Moisés llegaba al final de su vida. Él estaba consciente de que moriría poco después sin lograr entrar a la "Tierra Prometida". En sus últimas palabras para el pueblo de Israel, él afirmó que existen cosas encubiertas para nosotros. Son cosas que no entenderemos jamás en esta vida, pues huyen a nuestra comprensión humana. Hay tres actitudes que nos pueden ayudar a lidiar con lo que no logramos entender: Confianza - Aun cuando no entendamos lo que sucede, podemos confiar en el Señor, pues sabemos que él conoce lo que es mejor para nosotros. Obediencia - No necesitamos entender para obedecer. La confianza nos lleva a obedecer aunque no entendamos todo. Humildad - Obedecer sin comprender, también exige humildad. La humildad nos ayudará a aceptar aquello que no entendemos. Confía y obede...

Conectado con Dios

En el mundo acelerado en el que vivimos, es fácil quedar atrapado en las redes sociales, los juegos, la música y todas las distracciones que nos ofrece la vida moderna.  Pero como cristianos, es esencial que recordemos este versículo: Clama a mí y te responderé; te daré a conocer cosas grandes e inaccesibles que tú no sabes. (Jeremías 33:3) La tecnología nos permite estar conectados con el mundo, pero a veces nos olvidamos de conectarnos con Dios. Él siempre está dispuesto a escuchar nuestras oraciones, responder nuestras preguntas y revelarnos maravillas que van más allá del entendimiento humano. La oración es nuestra conexión directa con Dios. Conectarnos con Dios no significa abandonar nuestra vida cotidiana, sino que lo incluimos en todos los aspectos de la misma. Al comenzar el día con oración, dar gracias por sus bendiciones, buscar su guía en tiempos de duda y compartir su mensaje de amor y esperanza con los demás, estamos verdaderamente conectados con Dios. A medida que bus...