Ir al contenido principal

Tránslate / Traducción

Ojos que no ven, corazón que no siente


¿Soy acaso Dios solo de cerca? ¿No soy Dios también de lejos? —afirma el Señor—. (Jeremías 23:23)

Ese refrán popular que tenemos como título y que es bastante conocido tal vez explica la causa por la que muchas personas desconfían de las relaciones amorosas a distancia. La proximidad presencial parece ser determinante para la conducta y los sentimientos de muchas personas. Infelizmente, muchos están comprometidos con alguien, pero tienen una conducta al estar cerca de la persona y otra cuando están lejos.

Por ejemplo, hay hijos que actúan mal cuando están lejos de los padres (o responsables), empleados que se "aprovechan" cuando sus jefes están fuera, o cónyuges que son infieles si su compañero no está cerca. Sucedió así con los israelitas en el desierto cuando se quejaron ante Aarón porque no veían ni a Dios ni a Moisés que estaba en el monte recibiendo la Ley del Señor. Pecaron, fueron infieles al Señor y construyeron un becerro de oro (Éxodo 32) porque pensaron que Dios estaba lejos de ellos.

La vida del cristiano no debe ser así, especialmente en relación con la comunión con el Señor. Él es Dios de cerca y también de lejos. Nuestra relación con Cristo está basada en el amor y en la confianza, no en la vista. Aunque no lo podamos ver y tocar, caminamos por fe en su compañía, manteniendo al Señor en el corazón. Él nos amó primero. Por eso, nosotros también lo amamos...

Ojos que no ven, corazón que SÍ siente

¿Qué determina tu vida: ser íntegro y honesto (estando cerca o lejos) o ser falso e infiel?

Ora y reconoce que Dios está cerca aun en los momentos en los que te alejas de él.

Lee la Biblia y busca obedecerla haciendo todo para la gloria de Dios.

Mantén firme tu fe y el amor a Dios, aun cuando sientas que él está lejos o en silencio.

Para orar:

¡Señor, perdón! Ayúdame a ser fiel y verdadero con mi prójimo y contigo. Que la sinceridad y la verdad guíen mi conducta aun cuando no haya nadie cerca. ¡Tú eres Dios de cerca y de lejos! Ayúdame hoy y siempre a no alejarme de ti. En el nombre de Jesús, amén.

Comentarios

NOVEDADES

Regocijaos en el Señor

Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos! (Filipenses 4:4) Jesús es el motivo de mi sonrisa, porque en su presencia encuentro la verdadera alegría. No es una alegría pasajera que depende de las circunstancias, sino una paz duradera que trasciende las dificultades. En medio de las dificultades de la vida, puedo confiar en que él está a mi lado, tomándome de la mano y guiándome por el camino seguro. La sonrisa que Jesús pone en mi rostro es un reflejo de su amor inconmensurable. Cuando miro la cruz, recuerdo el sacrificio que él hizo por mí y mi corazón se llena de gratitud. Él me amó primero, incluso cuando todavía estaba perdido. Este amor incondicional me sostiene y me da fuerzas para afrontar cada nuevo día con esperanza. Las promesas de Jesús son fuentes de alegría. Él nos prometió vida abundante y en su palabra encuentro consuelo y dirección. Cuando estoy cansado, encuentro descanso en sus brazos. Cuando estoy triste, él es mi alegría. Cuando soy débil, él es mi f...

¿Qué debo hacer cuando no logro entender?

Lo secreto le pertenece al Señor nuestro Dios, pero lo revelado nos pertenece a nosotros y a nuestros hijos para siempre, para que obedezcamos todas las palabras de esta ley. (Deuteronomio 29:29) Moisés llegaba al final de su vida. Él estaba consciente de que moriría poco después sin lograr entrar a la "Tierra Prometida". En sus últimas palabras para el pueblo de Israel, él afirmó que existen cosas encubiertas para nosotros. Son cosas que no entenderemos jamás en esta vida, pues huyen a nuestra comprensión humana. Hay tres actitudes que nos pueden ayudar a lidiar con lo que no logramos entender: Confianza - Aun cuando no entendamos lo que sucede, podemos confiar en el Señor, pues sabemos que él conoce lo que es mejor para nosotros. Obediencia - No necesitamos entender para obedecer. La confianza nos lleva a obedecer aunque no entendamos todo. Humildad - Obedecer sin comprender, también exige humildad. La humildad nos ayudará a aceptar aquello que no entendemos. Confía y obede...

Conectado con Dios

En el mundo acelerado en el que vivimos, es fácil quedar atrapado en las redes sociales, los juegos, la música y todas las distracciones que nos ofrece la vida moderna.  Pero como cristianos, es esencial que recordemos este versículo: Clama a mí y te responderé; te daré a conocer cosas grandes e inaccesibles que tú no sabes. (Jeremías 33:3) La tecnología nos permite estar conectados con el mundo, pero a veces nos olvidamos de conectarnos con Dios. Él siempre está dispuesto a escuchar nuestras oraciones, responder nuestras preguntas y revelarnos maravillas que van más allá del entendimiento humano. La oración es nuestra conexión directa con Dios. Conectarnos con Dios no significa abandonar nuestra vida cotidiana, sino que lo incluimos en todos los aspectos de la misma. Al comenzar el día con oración, dar gracias por sus bendiciones, buscar su guía en tiempos de duda y compartir su mensaje de amor y esperanza con los demás, estamos verdaderamente conectados con Dios. A medida que bus...