Mis caminos y mis pensamientos son más altos que los de ustedes; ¡más altos que los cielos sobre la tierra!
(Isaías 55:9)
Muchas veces no comprendemos por qué suceden ciertas cosas en la vida.
No siempre conseguimos percibir el cuadro completo con todos los detalles del propósito de Dios en las situaciones.
Eso es así porque sus caminos son infinitamente más grandes que los nuestros.
Dios no destruyó al ejército egipcio cuando los israelitas estaban acorralados delante del mar Rojo.
El Señor no sacó a Daniel del foso de los leones como nosotros habríamos hecho.
Él tampoco apagó las llamas del horno de fuego donde echaron a Sadrac, Mesac y Abednego.
En vez de hacer eso,
Dios cumplió su propósito maravilloso abriendo el mar Rojo, protegiendo a Daniel en el foso y caminando con los 3 amigos dentro del horno.
Dios conoce el fin desde el comienzo
¡Cree solamente!
Aunque no entiendas todo lo que acontece, confía que Dios es soberano.
Él sabe lo que hace.
Ora entregando tu vida en las buenas manos de aquel que creó todo el universo.
Él es el Dios de milagros y sabe lo que es mejor para ti.
Descansa en Dios.
Las aguas revueltas, la fuerza de los leones y el fuego abrasador no son problemas para el Dios que los creó.
Él tiene el control de todas las cosas y cuida de ti.
Para orar:
Señor Dios, tú eres Señor en los cielos y en la tierra. Yo confío en ti, Padre amado.
Ayúdame a entender que tus caminos son mayores que los míos y que tu entendimiento de todo es mucho más grande que el que yo tengo.
Enséñame a creer y a esperar en ti todos los días. Gracias por tu buen propósito para mi vida. Amén.
Comentarios
Publicar un comentario