
En la vida las cosas cambian como las estaciones. A veces todo parece lúgubre como el invierno, pero luego llega la primavera y vemos surgir las flores de colores. Al igual que esas flores, también hay momentos felices en nuestras vidas. El versículo de Cantares 2:12 habla de esto.
Han brotado las flores en la tierra.
El tiempo de la canción ha llegado,
y de nuevo se escucha la tórtola en nuestra tierra.
(Cantar de los Cantares 2:12)
Cuando escuchamos el cantar de las palomas, sabemos que la primavera ha llegado. Es un recordatorio de que vienen cosas buenas, incluso después de tiempos difíciles.
De la misma manera, Dios está siempre con nosotros. Él nos ayuda en los malos momentos y nos trae alegría cuando la necesitamos. A veces puede parecer que él está tranquilo, pero siempre está velando por nosotros.
Por eso, debemos confiar en Dios en todas las fases de la vida, tanto las buenas como las malas. Así como esperamos la primavera tras el invierno, podemos esperar el gozo que Dios nos trae, sabiendo que él está siempre con nosotros, dándonos esperanza y consuelo.
Dios está presente en todas las estaciones del año
Aprende a reconocer las señales de la presencia de Dios a tu alrededor, así como reconocemos la llegada de la primavera a través de las flores y el canto de los pájaros.
Recuerda que así como cambian las estaciones, nosotros también pasaremos por diferentes fases de la vida, siempre con la promesa de la presencia constante de Dios.
Encuentra momentos para alabar y agradecer a Dios, incluso en tiempos difíciles, recordando que él es digno de alabanza en todas las circunstancias.
Para orar:
Señor, ayúdame a percibir tu presencia en las pequeñas alegrías de la vida, como las flores que florecen en la tierra. Dame fe para confiar en ti incluso en los momentos difíciles, sabiendo que tú eres mi refugio. Que mi gratitud hacia ti sea constante, como el arrullo de las palomas, recordándome tu fidelidad. Amén.
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