Ir al contenido principal

Tránslate / Traducción

¡Solo te tengo a ti, Señor!

¿A quién tengo en el cielo sino a ti? Si estoy contigo, ya nada quiero en la tierra.

-- Salmo 73:25

Hay momentos en la vida en los que pensamos que todo llegó a su fin. 

La esperanza se debilita, el miedo aterroriza y la tristeza se va convirtiendo en nuestra compañera... 

Son tempestades que surgen de repente y estremecen nuestra estabilidad. 

Puede ser por causa de una pérdida, una traición, una enfermedad, una tragedia, un adiós... 

Pero recuerda: ¡tienes a Jesús!

En esos días sombríos sentimos que estamos solos, que no hay nada que pueda cambiar la situación. 

El salmista Asaf parece haber pasado por un momento así. 

Estaba totalmente desanimado cuando escribió este salmo. 

Fue así hasta que entró en la presencia de Dios buscándole... 

El Señor está por encima de toda tempestad y quiere ayudarte a ti también para que te mantengas de pie. 

¡No estás solo! 

Dios ve tus lágrimas y está ahí cuando no está nadie más. 

Confía en él. 

Su gracia es suficiente para ti hoy.

¡Confía solo en Dios!

Dobla tus rodillas, ora y lleva tu aflicción ante Dios en este día. 

Él es el mejor amigo en todo momento.

Siéntete libre de llorar ante Dios, cantar o clamar a él por ayuda. 

Sea cual sea la situación, él siempre cuida de ti.

Si alguien te ha decepcionado, perdónale. 

No vale la pena alimentar la amargura ni tener sentimientos de venganza.

¡Busca a Dios! 

Permite que el Espíritu Santo examine tu corazón y te muestre cómo debes comportarte en este momento.

Aliméntate con la Palabra de Dios. 

Ella sustentará tu corazón y te llenará de esperanza para el camino.

Busca alguien de confianza con quien puedas conversar y orar.


Para orar:

Señor mi Dios, he pasado por momentos de agonía y desilusión. 

Todo parece desolado y oscuro a mi alrededor. 

¡Solo te tengo a ti, Señor! 

No consigo levantarme, necesito valor, Padre. 

Confío solamente en ti, confío en tu Palabra para sustentarme. 

Ayúdame a enfrentar esta situación y dame fuerzas para seguir. 

En el nombre de Jesús te lo pido, amén.

Comentarios

NOVEDADES

Caminando con Cristo

Muchas veces, en nuestro caminar con Dios, podemos sentir que todavía estamos lejos de ser perfectos. Nos enfrentamos a luchas, fracasos y momentos en los que pensamos que no estamos progresando como nos gustaría.  Pero el apóstol Pablo nos recuerda en Filipenses 3:12-14 que no importa cuán imperfectos seamos o cuántos errores hayamos cometido en el pasado, Dios nos llama a seguir adelante. No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. (Filipenses 3:12-14) No necesitamos quedarnos estancados en el pasado. En Cristo, tenemos una nueva oportunidad cada día. Lo más importante es seguir avanzando, manteniendo siempre la mirada fija en el objetivo, que es n...

Dios puede animar tu día

Hoy compartimos una verdad transformadora: el poder de Dios es capaz de animar tu vida diaria. En medio de la adversidad, es reconfortante saber que tenemos un Dios que está siempre a nuestro lado, dispuesto a fortalecernos y animarnos. La Palabra de Dios asegura en Isaías 41:10: Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa. (Isaías 41:10) Es una promesa fortalecedora que muestra que Dios no solo está con nosotros, sino que también nos permite vencer los desafíos. Cuando el día se sienta pesado, recuerda Filipenses 4:13: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece". No nos enfrentamos solos a los desafíos: el Señor nos acompaña y nos capacita para superar cualquier situación. Además, cada mañana la misericordia de Dios es nueva (Lamentaciones 3:22-23), brindándonos un nuevo día lleno de oportunidades para experimentar el amor y el aliento divinos. Por tanto, deja tu día en ...

Con Cristo, todo el año es un año nuevo

Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús. (Filipenses 3:13-14) El final del año es por lo general un momento de conmemoración, aunque no para todos. Para algunas personas pensar en el próximo año puede causar desánimo: "da igual, todos los años son iguales". No todos actúan de la misma manera ante la expectativa de un año nuevo. La mejor manera de romper con el desánimo es ser sincero con Dios. No hay nada mejor que abrir el corazón y exponer tus expectativas antes del "cambio de año". Dios es misericordioso, él nos oye, y es eso lo que desea que hagamos. Solo el Espíritu Santo es capaz de calmarnos y de confortarnos. ¡Permítele que lo haga! Sé sincero contigo y reconoce todo lo que Dios ha hecho en tu vida. Desarrollar un corazón agradeci...