Ir al contenido principal

Tránslate / Traducción

¡Vive con la protección de Dios!

Con un soplo suyo se despejan los cielos; ... con su mano ensartó a la serpiente escurridiza. (Job 26:13)

Muchas veces olvidamos el poder de Dios y cómo él es capaz de protegernos. 

Eso sucede porque en medio del trajín diario volvemos nuestros ojos hacia las situaciones terrenales y tratamos el poder de Dios como algo distante. 

Cuando fijamos nuestra vista en lo de "abajo" nos olvidamos de las cosas de lo alto.

El obrar de Dios es perfecto y eficaz. 

La realidad es que él nunca ha dejado de protegernos. 

Solo Dios sabe la cantidad de veces en las que nos libra del mal a diario. 

Solo él es capaz de despejar las tinieblas y de espantar todo tipo de  serpiente que nos rodea. 

Tenemos que esforzarnos en fe para que las situaciones habituales de la vida no nos arrebaten la confianza en Dios.

Cuando tenemos una relación diaria con Dios, la sensación de seguridad es permanente. 

Aun en medio de tempestades y dificultades, nuestro barco va en pompa (bien) porque estamos con Dios. 

No hay nada que pueda obstruir nuestro avance cuando estamos haciendo la voluntad del Señor.

Deja que el Señor obre

El Señor tiene poder para revertir cualquier situación. 

Permite que él intervenga en tu vida, habla con Dios.

Cuanto más leemos sobre lo que Dios ha hecho, más creemos en lo que él puede hacer. 

Lee la Biblia.

Procura tener más comunión con tus hermanos en la fe. 

Donde hay dos o tres que hablan sobre el poder de Dios, él está presente.


28. Y dijo al hombre: He aquí que el temor del Señor es la sabiduría, y el apartarse del mal la inteligencia. Job 28:28.


Para orar:

Señor Dios, quiero entregar mi vida a ti. 

En tus brazos me siento seguro, tu Espíritu me consuela y tu Palabra me alimenta. 

Gracias por protegerme del peligro y gracias por amarme. Amén.

Comentarios

NOVEDADES

Caminando con Cristo

Muchas veces, en nuestro caminar con Dios, podemos sentir que todavía estamos lejos de ser perfectos. Nos enfrentamos a luchas, fracasos y momentos en los que pensamos que no estamos progresando como nos gustaría.  Pero el apóstol Pablo nos recuerda en Filipenses 3:12-14 que no importa cuán imperfectos seamos o cuántos errores hayamos cometido en el pasado, Dios nos llama a seguir adelante. No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. (Filipenses 3:12-14) No necesitamos quedarnos estancados en el pasado. En Cristo, tenemos una nueva oportunidad cada día. Lo más importante es seguir avanzando, manteniendo siempre la mirada fija en el objetivo, que es n...

Dios puede animar tu día

Hoy compartimos una verdad transformadora: el poder de Dios es capaz de animar tu vida diaria. En medio de la adversidad, es reconfortante saber que tenemos un Dios que está siempre a nuestro lado, dispuesto a fortalecernos y animarnos. La Palabra de Dios asegura en Isaías 41:10: Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa. (Isaías 41:10) Es una promesa fortalecedora que muestra que Dios no solo está con nosotros, sino que también nos permite vencer los desafíos. Cuando el día se sienta pesado, recuerda Filipenses 4:13: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece". No nos enfrentamos solos a los desafíos: el Señor nos acompaña y nos capacita para superar cualquier situación. Además, cada mañana la misericordia de Dios es nueva (Lamentaciones 3:22-23), brindándonos un nuevo día lleno de oportunidades para experimentar el amor y el aliento divinos. Por tanto, deja tu día en ...

Con Cristo, todo el año es un año nuevo

Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús. (Filipenses 3:13-14) El final del año es por lo general un momento de conmemoración, aunque no para todos. Para algunas personas pensar en el próximo año puede causar desánimo: "da igual, todos los años son iguales". No todos actúan de la misma manera ante la expectativa de un año nuevo. La mejor manera de romper con el desánimo es ser sincero con Dios. No hay nada mejor que abrir el corazón y exponer tus expectativas antes del "cambio de año". Dios es misericordioso, él nos oye, y es eso lo que desea que hagamos. Solo el Espíritu Santo es capaz de calmarnos y de confortarnos. ¡Permítele que lo haga! Sé sincero contigo y reconoce todo lo que Dios ha hecho en tu vida. Desarrollar un corazón agradeci...