Con un soplo suyo se despejan los cielos; ... con su mano ensartó a la serpiente escurridiza. (Job 26:13)
Muchas veces olvidamos el poder de Dios y cómo él es capaz de protegernos.
Eso sucede porque en medio del trajín diario volvemos nuestros ojos hacia las situaciones terrenales y tratamos el poder de Dios como algo distante.
Cuando fijamos nuestra vista en lo de "abajo" nos olvidamos de las cosas de lo alto.
El obrar de Dios es perfecto y eficaz.
La realidad es que él nunca ha dejado de protegernos.
Solo Dios sabe la cantidad de veces en las que nos libra del mal a diario.
Solo él es capaz de despejar las tinieblas y de espantar todo tipo de serpiente que nos rodea.
Tenemos que esforzarnos en fe para que las situaciones habituales de la vida no nos arrebaten la confianza en Dios.
Cuando tenemos una relación diaria con Dios, la sensación de seguridad es permanente.
Aun en medio de tempestades y dificultades, nuestro barco va en pompa (bien) porque estamos con Dios.
No hay nada que pueda obstruir nuestro avance cuando estamos haciendo la voluntad del Señor.
Deja que el Señor obre
El Señor tiene poder para revertir cualquier situación.
Permite que él intervenga en tu vida, habla con Dios.
Cuanto más leemos sobre lo que Dios ha hecho, más creemos en lo que él puede hacer.
Lee la Biblia.
Procura tener más comunión con tus hermanos en la fe.
Donde hay dos o tres que hablan sobre el poder de Dios, él está presente.
28. Y dijo al hombre: He aquí que el temor del Señor es la sabiduría, y el apartarse del mal la inteligencia. Job 28:28.
Para orar:
Señor Dios, quiero entregar mi vida a ti.
En tus brazos me siento seguro, tu Espíritu me consuela y tu Palabra me alimenta.
Gracias por protegerme del peligro y gracias por amarme. Amén.
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