Ir al contenido principal

Tránslate / Traducción

Restaurando la fe y la confianza en Dios


Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis. (Jeremías 29:11)

A menudo, la vida nos presenta desafíos que pueden sacudir nuestra fe y confianza. Perdemos la esperanza cuando enfrentamos pérdidas, frustraciones y momentos de sufrimiento. En esos momentos, es natural preguntarse: ¿Dónde está Dios? ¿Por qué me pasa esto?

La buena noticia es que Dios se preocupa profundamente por cada uno de nosotros y no nos abandona en nuestros momentos de dolor. Incluso cuando no podemos ver una solución inmediata, él está trabajando para guiarnos y restaurar nuestra confianza. La promesa de Dios para nosotros es un futuro mejor, lleno de paz y esperanza, no de destrucción.

Restaurar la fe y la confianza es un proceso, no es algo instantáneo. Puede comenzar con pequeños pasos como recordar momentos en los que Dios nos ayudó en el pasado, o incluso buscar consuelo en personas que nos apoyan. A medida que confiamos más y más en su palabra y sus planes para nosotros, sentimos que nuestra fe se renueva.

Es importante entender que fe no significa tener todas las respuestas ni comprender todo lo que sucede. Significa confiar en que, incluso cuando las cosas no parecen tener sentido, Dios tiene el control y quiere lo mejor para nosotros.

Si estás pasando por un momento difícil, recuerda que restaurar la fe y la confianza toma tiempo. Dios está a tu lado, dispuesto a ayudarte en cualquier dificultad.

Permite que Dios restaure tu confianza
Ora y entrégale tus preocupaciones a Dios, confiando en que él tiene el poder para restaurar tu paz y fortalecer tu confianza.

Lee la Biblia diariamente, ya que sus promesas y enseñanzas son una fuente constante de fortaleza y renovación para tu confianza en Dios.
Recuerda los momentos en que Dios actuó en tu vida, reviviendo momentos de fe para renovar tu esperanza y confianza.

Busca el apoyo de personas de confianza que puedan orar y ayudarte a fortalecer tu fe en tus momentos de dificultad.

Para orar:
Señor, en este momento te entrego todas mis preocupaciones y temores. Te pido que restablezcas mi confianza y fortalezcas mi fe. Sé que tú tienes lo mejor para mi vida y confío en que, incluso en los momentos difíciles, tu paz me sostendrá. Guía mis pasos y renueva mi esperanza. Amén.

Comentarios

NOVEDADES

Valoriza las pequeñas cosas

Pero ustedes, ¡manténganse firmes y no bajen la guardia, porque sus obras serán recompensadas! (2 Crónicas 15:7) Muchas veces dejamos de avanzar porque nos da la sensación de que no progresamos. Ignoramos ciertas cosas y solo les damos valor cuando las perdemos. Por eso, es importante que valoricemos los pequeños avances, que continuemos trabajando y creyendo en la Palabra de Dios. Con Dios, lo poco llega a ser mucho. No te quedes desanimado, fortalécete en Dios. Cuando no valorizamos lo poco dejamos de alcanzar grandes bendiciones. Quien es fiel en lo poco, también será fiel en lo mucho (Lucas 16:10). Piensa en eso. No tardarás en ver la recompensa de tu fe. 🤲 ¡Un momento! Antes de continuar, únete a nuestro canal y recibe una palabra de ánimo cada día. 📲 Recibe su Palabra en tu WhatsApp. Únete ahora Sé fuerte y dale valor a los detalles Si te levantaste hoy de la cama después de una buena noche de descanso, dale las gracias a Dios. Él nos cuida hasta cuando no nos damos cuenta de s...

¿Siervo o Señor?

Porque, ¿quién es más importante, el que está a la mesa o el que sirve? ¿No lo es el que está sentado a la mesa? Sin embargo, yo estoy entre ustedes como uno que sirve. (Lucas 22:27)  El más importante entre ustedes será siervo de los demás. (Mateo 23:11)  ¿Qué prefieres: servir o ser servido? Probablemente, muchos contestaríamos que nos gustaría ser servidos. Tal vez estemos cansados de las muchas tareas diarias y deseosos de tener un momento de relax en el que otra persona nos sirva mientras descansamos. Sí, está bien recibir cosas buenas, pero no es bueno que nos enfoquemos en eso. El problema real reside en que lleguemos a considerar a Dios como un recadero que debe estar siempre listo para traer lo que solicitamos...  Alguien dijo una vez que «quien no vive para servir no sirve para vivir». El hecho es que servir es un acto de dar. Con las actividades diarias, durante nuestro trabajo, con actitudes de gentileza y con buenas acciones, servimos y somos servidos.  ...

Eres heredero del Rey de reyes

El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados. (Romanos 8:16-17) ¿Te has parado alguna vez a pensar en lo que significa ser heredero del Rey de reyes? No hablamos de una herencia terrenal, compuesta por posesiones que se desgastan con el tiempo. Hablamos de una herencia eterna e incorruptible, reservada en el cielo para quienes han sido hechos hijos de Dios por medio de Jesucristo. Al aceptar a Cristo como tu Señor y Salvador, no solo has recibido el perdón de tus pecados, sino que también has sido adoptado en la familia real de Dios. Esto significa que tu identidad ha cambiado: ahora eres hijo del Altísimo y, como hijo, también eres heredero de las promesas del Padre. Esta herencia no se limita al futuro. Ahora mismo, puedes vivir como heredero del Rey. Esto significa vivir con autoridad espir...