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Tránslate / Traducción

Venciendo ven, Jesús

    
He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén. (Apocalipsis 1:7)

En medio de las luchas diarias y los vientos contrarios que enfrentamos en la vida, debemos recordar: ¡el Rey de reyes ya ha ganado! Hay un hermoso himno cristiano que dice: “Venciendo ven, Jesús”. Es una canción de esperanza para todos aquellos que enfrentan luchas y pruebas. Sus palabras nos recuerdan que por encima de todas las dificultades, nuestro Salvador reina fuerte y victorioso. Cuando todo a nuestro alrededor parece desmoronarse, recordar eso eleva nuestra mirada a la eternidad sabiendo que la victoria final pertenece a Cristo.

En medio de nuestras batallas diarias, debemos tener presente que nuestro Señor ya ha triunfado. Él venció el pecado, la muerte y todas las fuerzas del mal. La canción “Venciendo ven, Jesús” hace eco de esta verdad: no estamos solos en este viaje. Cristo está con nosotros, marchando delante de nosotros, guiándonos hacia la victoria.

Cuando suene la trompeta y los cielos se abran en gloria, veremos al Rey victorioso en todo su esplendor. Aquellos que perseveren en la fe cantarán el cántico de los redimidos, proclamando: “Venciendo ven, Jesús”

Por tanto, confía en esta bienaventurada esperanza. No te rindas, incluso cuando la carga parezca pesada. Jesús es nuestro general victorioso, y con él somos más que vencedores. Camina en fe, canta en fe, vive en fe, porque muy pronto toda lágrima será enjugada y reinaremos con él en la gloria eterna.

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Venciendo con el Señor

Mira a Cristo y no a las circunstancias: en medio de las tormentas, fija tu mirada en Jesús. Las dificultades pasan, pero su victoria es eterna. El que en él confía, permanece firme hasta el fin.

Permanece fiel incluso en las luchas: persevera en la oración, en la palabra y en la alabanza, confiando en que la victoria ya está garantizada.

Proclama la victoria de Jesús cada día: no te guardes la esperanza para ti mismo. ¡Testifique a los demás que Jesús ganó! Tu fe activa anima los corazones quebrantados y muestra al mundo que nuestro Rey vive y reina.

Para orar:

Señor Jesús, fortalece mi fe en las batallas de la vida. Que nunca olvide que tú ya has vencido y estás conmigo. Dame valor para mantenerme firme y proclamar tu victoria. ¡Ven, reina en mí! Amén.

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