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Tránslate / Traducción

La gracia y la verdad


De su plenitud todos hemos recibido gracia sobre gracia, pues la ley fue dada por medio de Moisés, mientras que la gracia y la verdad nos han llegado por medio de Jesucristo. (Juan 1:16-17)

La Ley de Dios, dada a través de Moisés, mostró quiénes somos nosotros en realidad y la grandeza y la santidad de Dios. Por medio de ella vemos cuán lejos estamos de alcanzar la bondad y la excelencia de Dios. Los mandamientos del Señor no son meras ordenanzas sino que son amor y vida para aquel que los obedece. Sin la ayuda del Señor vimos que el hombre fracasó pues no logró cumplir la voluntad de Dios. Es imposible lograrlo por nuestros propios méritos...

¡Mas gracias damos a Dios por Jesucristo! Al venir al mundo él personificó la gracia y la verdad de Dios para los hombres. Él no solamente trajo y revisó instrucciones sino que vivió cumpliendo la Ley en toda su plenitud. Jesús mostró en la práctica cómo debemos ser para con Dios y mostró el amor y la vida de Dios para con el hombre. ¡Camina en la gracia y la verdad de Jesús! Verás cómo él te ayudará y te concederá la victoria y la vida abundante.

Gracia sobre gracia:
Ora y pídele a Dios que te ayude a comprender y vivir la verdad y la gracia a través de Jesucristo.
Sé agradecido. Jesús trajo en persona la solución final para nuestra insuficiencia delante de Dios.
Esfuérzate en conocer la Biblia más a fondo. A través de ella descubrirás cómo agradar al Señor.
Lee el Evangelio de Juan e intenta identificar otros pasajes que hablen sobre la gracia y la verdad de Dios.

Anota las referencias que encuentres y todo lo que vas aprendiendo gracias a ellas.
Comparte con otras personas lo que descubras sobre la verdad y la gracia de Jesús.

Para orar:
Señor Dios, muchas gracias por habernos enviado a Jesús. A través de él recibimos la salvación y el perdón para nuestros fallos. En Jesús tenemos también el modelo exacto de cómo te podemos agradar, obedecer y amar. Eso es maravilloso porque realmente no lo conseguiríamos por nosotros mismos. Enséñanos a andar siempre en ese camino que es Cristo, el camino de verdad, gracia, amor y vida. Ayúdame a reflejar al mundo tu plenitud y tu gracia sin fin. En el nombre de Jesús, amén.

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