Solo en Dios reposa mi alma; de él proviene mi salvación. (Salmo 62:1) Durante la vida, encontramos varios lugares donde descansa nuestra alma. Cuando las cosas se ponen difíciles, regresas a la casa de tu madre. Cuando el dinero escasea, le envías un mensaje a tu padre. O si necesitas atención, llamas a ese grupo de amigos especiales. Cuando tienes miedo, te alejas. Este salmista nos muestra que si hay un lugar donde puede descansar tu alma, es en la presencia de Dios. En lugar de buscar la paz y el descanso en lugares tan pequeños, encuentra todo lo que necesitas en la presencia del Señor, el Dios Altísimo. ¡No subestimes la presencia del Señor, porque de él viene nuestra salvación! Él nos proporciona la solución a nuestros problemas y, aunque tome tiempo, el obrar de Dios nunca llega tarde. ¡Cree, solo cree! Aprende a descansar en Dios. Toma todos tus problemas y déjalos al pie de la cruz. Ora al Señor y cuéntale todos tus dolores y angustias. No lo dude...
On Line... Proclamar, enseñar, evangelizar, discipular, ganar y capacitar. Sin almas ganadas, no hay nadie para enseñar.