Ir al contenido principal

Tránslate / Traducción

Correcto o errado

La ley y los profetas se proclamaron hasta Juan. Desde entonces se anuncian las buenas nuevas del reino de Dios, y todos se esfuerzan por entrar en él. Es más fácil que desaparezcan el cielo y la tierra que caiga una sola tilde de la ley. (Lucas 16:16-17)

Existe lo que es correcto y lo que no lo es, pero vivimos en tiempos en los que eso se cuestiona sin parar. Las personas intentan buscar disculpas mentales para continuar con sus pecados, delitos y crímenes como si no fuesen algo realmente serio. Infelizmente para los que hacen eso, Jesús alertó que por más que lo intentaran, la ley de Dios jamás cedería. De hecho, sería más fácil que desapareciera la tierra antes de que Dios renunciara a lo que es correcto.

No sigas buscando excusas o "forzando la situación" para pecar, fingiendo que es correcto hacer lo que no lo es. Jesús no solo denunció eso, sino que también abrió el camino para que fuésemos perdonados por hacerlo. Arrepiéntete y cree en Cristo, y todas tus obras malas serán perdonadas.

No fuerces la situación:

Ora y medita, pregúntale a Dios en cuáles áreas de tu vida te estás descuidando.

Lee Santiago 2:10-11.

Lee, medita y regocíjate con este artículo sobre la misericordia de Dios.


Para orar:

Dios, mi Señor, perdóname por no tomar en serio tus mandamientos. Entiendo que no entro al reino de los cielos por mis méritos o por la fuerza, sino solamente por la fe en la obra de Jesucristo. Te pido que tu Santo Espíritu me capacite para creer en ti. Gracias porque mi entrada en los cielos está garantizada por tu gracia y misericordia. En el nombre de Jesús, amén.

Comentarios

NOVEDADES

Caminando con Cristo

Muchas veces, en nuestro caminar con Dios, podemos sentir que todavía estamos lejos de ser perfectos. Nos enfrentamos a luchas, fracasos y momentos en los que pensamos que no estamos progresando como nos gustaría.  Pero el apóstol Pablo nos recuerda en Filipenses 3:12-14 que no importa cuán imperfectos seamos o cuántos errores hayamos cometido en el pasado, Dios nos llama a seguir adelante. No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. (Filipenses 3:12-14) No necesitamos quedarnos estancados en el pasado. En Cristo, tenemos una nueva oportunidad cada día. Lo más importante es seguir avanzando, manteniendo siempre la mirada fija en el objetivo, que es n...

Dios puede animar tu día

Hoy compartimos una verdad transformadora: el poder de Dios es capaz de animar tu vida diaria. En medio de la adversidad, es reconfortante saber que tenemos un Dios que está siempre a nuestro lado, dispuesto a fortalecernos y animarnos. La Palabra de Dios asegura en Isaías 41:10: Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa. (Isaías 41:10) Es una promesa fortalecedora que muestra que Dios no solo está con nosotros, sino que también nos permite vencer los desafíos. Cuando el día se sienta pesado, recuerda Filipenses 4:13: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece". No nos enfrentamos solos a los desafíos: el Señor nos acompaña y nos capacita para superar cualquier situación. Además, cada mañana la misericordia de Dios es nueva (Lamentaciones 3:22-23), brindándonos un nuevo día lleno de oportunidades para experimentar el amor y el aliento divinos. Por tanto, deja tu día en ...

¡Exalta al Señor con tus alabanzas!

Alaben al SEÑOR, porque es bueno: ¡Porque para siempre es su misericordia! (Salmo 136:1) En la lucha o en la alegría, nuestro llamado es el mismo: exaltar al Señor con nuestras alabanzas. La alabanza es más que una canción. Es una expresión viva de nuestra fe, una declaración de que Dios es soberano, sin importar las circunstancias. Cuando alabamos a Dios, algo poderoso sucede en nosotros. El desánimo se desvanece, las dudas se disipan y la presencia de Dios se hace más real. La alabanza nos recuerda quién es Dios: fiel, justo, amoroso, poderoso. Él es digno de todo nuestro reconocimiento, no solo cuando todo va bien, sino también cuando enfrentamos el valle de sombra de muerte. Exaltar al Señor con toda alabanza es un acto de entrega y confianza. Es decir con el corazón: «Señor, te adoro no por lo que haces, sino por quién eres». En medio del dolor, alaba. En un buen día, alaba. En cada etapa de tu vida, alza la voz y glorifica a aquel que nunca falla. La alabanza transforma el entorn...