Ir al contenido principal

Tránslate / Traducción

El que ama a Dios, nunca se olvida


Señor, y no olvides ninguno de sus beneficios. (Salmo 103:2)

El olvido forma parte de nuestras vidas. Si, por un lado, es bueno que olvidemos las ofensas y los problemas del pasado, por otro, hay muchos aspectos negativos en el olvido. 

Es bastante natural que tengamos lapsos de memoria de vez en cuando, olvidando las llaves, una clave, dónde colocamos el celular, una comida en el horno, o una cuenta por pagar... 

Es un fastidio, pero ¿a quién no le ha pasado jamás?

Pero además de esos olvidos saludables y «normales» (pues tenemos una memoria selectiva que almacena cosas importantes y descarta cosas secundarias), hay otro tipo que es mucho más grave: el olvido de cosas muy importantes. Infelizmente, por causa de enfermedades, la falta de atención, el estrés y las distracciones, las consecuencias de ese tipo de olvido son mucho más graves, pudiendo hasta ser fatales en algunos casos (olvidar niños en el carro, compromisos asumidos, etc.). 

Tanto en un caso como en el otro es necesario ejercitar la mente estimulando la memoria para no «apagar» las cosas importantes.

En el versículo de hoy, el salmista exhorta su propia alma a bendecir y a no olvidarse del Señor ni de sus bendiciones. Es un ejercicio que todos debemos hacer: animar a nuestra mente y a nuestro corazón para que no se olviden de Dios.

No te olvides de Dios ni de sus bendiciones infinitas

Estimula tu mente a pensar en Dios durante el día. Ten una actitud de gratitud por todas las bendiciones recibidas. Considéralas como algo importante.

Crea marcos visuales. Samuel erigió una piedra y la llamó Ebenezer para recordar que Dios había ayudado al pueblo hasta allí (1 Samuel 7:12). Anota, marca, anima a tu mente a recordar.

Ora y agradece por todo lo bueno que Dios ha hecho por ti.

Escribe en un diario o en una agenda peticiones y respuestas de oración. Con el pasar del tiempo podrás revisar esos recuerdos y ver cuánto Dios te ha cuidado.

¡Cuenta las bendiciones! Haz una lista con las bendiciones de Dios en tu vida, ponla en lugares visibles (el espejo, la puerta de la nevera, tu mesa de trabajo) y compártela con aquellos que te rodean.

Para orar:

Señor mi Dios y Padre amado, muchas gracias por todas las bendiciones concedidas. Enséñame a reconocer tu bondad y tu misericordia cada día. En los mínimos detalles, desde el aire que respiro hasta la gracia de la salvación en Jesús, yo sé que tú cuidas de mí siempre. Ayúdame a no olvidar ninguna de tus bendiciones. Yo te alabo y te glorifico por todas ellas. En el nombre de Jesús, amén.

Comentarios

NOVEDADES

LA UNIDAD DE EL CRISTIANO: Estudio Bíblico

¿CON QUÉ AUTORDAD? “Mas no ruego sólo por estos, sino también por los que han de creer en mi por la palabra de ellos, para que todos sean uno. Como tu, oh Padre, estas en mi y yo en ti, que también ellos estén en nosotros, para que el mundo crea que tu me enviaste” ( Hechos 17:20-21 , LBLA). INTRODUCCIÓN Este pasaje del evangelio según Juan capitulo 17:20-21 muestra claramente cuál es la voluntad de Dios en cuanto a la clase de unidad que Dios desea de los creyentes. Animo a todos los lectores a que presten mucha atención a este tema ya que es uno de mucha importancia. Les animo a que practiquen los siguientes tres pasajes Bíblicos ( Hechos 17:11; 1 Tesalonicenses 5:21 & 1 Juan 4:1 ). Espero que después que haya leído estos pasajes usted crea lo que dice la Biblia y no lo que yo digo. Lo que siempre debe de importarnos es lo que dice Dios y no lo que los hombres, y sus doctrinas enseñan. La unidad del cristiano es un tema muy importante a considerar. Dios desea que Su pueblo este...

No le des la espalda a Dios, por tu propio bien!

No te expongas al peligro, por tu propia voluntad Muchos sabemos lo que es estar en una situación difícil, cuesta arriba  o en una pendiente muy inclinada y resbaladiza, ya sea por agua, lodo,  hielo o cascajo suelto. Hace años atrás, hablaba con un amigo y hermano en cristo, acerca de las entonces dificultades y obstáculos que un cristiano suele enfrentar en su diario vivir. Cuando alguien usa estas palabras  «estoy en una situación difícil y no quiero fallarle a Dios»  para tratar de evitar un paso en falso, aunque sea pequeño, en una dirección peligrosa, entendemos muy bien la advertencia. Sentimos ansiedad por una decisión que, de pronto, podría colocarnos en un terreno perjudicial (peligroso). Muchos también sabemos que la Biblia describe los caminos resbaladizos en los que terminamos cuando deliberadamente le damos la espalda a Dios. El profeta Jeremías se refiere a aquellos que voluntariamente ignoran el peligro real, la palabra d...

No confundas los desafíos con derrotas

Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo. (Juan 16:33) En la vida es común enfrentar momentos en los que todo parece desmoronarse. Las puertas se cierran, soplan vientos contrarios y el alma se siente abatida. En momentos así, muchos confunden el desafío con la derrota. Pero es importante entender que el desafío es una parte esencial del crecimiento, no el final del viaje. Los desafíos nos moldean, nos fortalecen y nos acercan a Dios. Nos enseñan a confiar más, a orar con más fervor y a depender completamente de la gracia de Dios. Cuando David se enfrentó a Goliat, fue un desafío, no una derrota. Cuando José fue vendido por sus hermanos y arrojado a la cárcel, fue un proceso, no el final de la historia. Dios nunca prometió una ausencia de luchas, pero garantizó su presencia constante en medio de ellas. Él convierte el desierto en un camino y el dolor en un propósito. Si hoy estás enfrentando algo difícil,...