Ir al contenido principal

Tránslate / Traducción

¡Dios te cuida! Exáltalo a tiempo y fuera de tiempo


Humíllense, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él los exalte a su debido tiempo. Depositen en él toda ansiedad, porque él cuida de ustedes. (1 Pedro 5:6-7)

Dios es poderoso y soberano. Nada acontece en este mundo sin que él tenga conocimiento de ello. Al enfrentar nuestras dificultades nos damos cuenta de lo frágiles que somos. ¿Quiénes somos nosotros frente a la poderosa mano de Dios?

A pesar de lo pequeños que somos, Dios nos ama grandemente. Él nos amó antes que todo. Él entregó a su único Hijo por nosotros. Él escogió amarnos y dar una perspectiva de redención. Cuando reconocemos lo que Dios hizo, recibimos aún más provisión de parte de él.

No reconozcas el poder de Dios solo cuando te encuentras en medio de dificultades. Él quiere recibir tu reconocimiento también cuando todo va bien. Los momentos difíciles vendrán y es por eso que es importante que busques a Dios a "tiempo y fuera de tiempo". Cuando buscamos la presencia del Espíritu Santo y leemos la Palabra de Dios, fortalecemos nuestra unión con el Padre. Exáltalo a su debido tiempo y cuando sea el momento correcto, Él te exaltará.

Exalta a Dios a tiempo y fuera de tiempo
Busca a Dios a través de su Palabra. Leer la Biblia edifica nuestra alma y nuestro entendimiento.
Dedica un momento para la oración. Expresa tu gratitud, presenta tus angustias. Dios quiere oírte.
Habla sobre lo que Dios ha hecho en tu vida y lo que has aprendido con él. Cuando hablamos de Dios, reconocemos sus hechos.

Para orar:
¡Señor Dios, tú eres soberano! Tú reinas sobre todas las cosas y no hay nada demasiado difícil para ti. Mi vida está en tus manos y es por eso que me siento protegido y amado por ti. Muchas gracias, Padre. Amén.

Comentarios

NOVEDADES

Regocijaos en el Señor

Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos! (Filipenses 4:4) Jesús es el motivo de mi sonrisa, porque en su presencia encuentro la verdadera alegría. No es una alegría pasajera que depende de las circunstancias, sino una paz duradera que trasciende las dificultades. En medio de las dificultades de la vida, puedo confiar en que él está a mi lado, tomándome de la mano y guiándome por el camino seguro. La sonrisa que Jesús pone en mi rostro es un reflejo de su amor inconmensurable. Cuando miro la cruz, recuerdo el sacrificio que él hizo por mí y mi corazón se llena de gratitud. Él me amó primero, incluso cuando todavía estaba perdido. Este amor incondicional me sostiene y me da fuerzas para afrontar cada nuevo día con esperanza. Las promesas de Jesús son fuentes de alegría. Él nos prometió vida abundante y en su palabra encuentro consuelo y dirección. Cuando estoy cansado, encuentro descanso en sus brazos. Cuando estoy triste, él es mi alegría. Cuando soy débil, él es mi f...

¿Qué debo hacer cuando no logro entender?

Lo secreto le pertenece al Señor nuestro Dios, pero lo revelado nos pertenece a nosotros y a nuestros hijos para siempre, para que obedezcamos todas las palabras de esta ley. (Deuteronomio 29:29) Moisés llegaba al final de su vida. Él estaba consciente de que moriría poco después sin lograr entrar a la "Tierra Prometida". En sus últimas palabras para el pueblo de Israel, él afirmó que existen cosas encubiertas para nosotros. Son cosas que no entenderemos jamás en esta vida, pues huyen a nuestra comprensión humana. Hay tres actitudes que nos pueden ayudar a lidiar con lo que no logramos entender: Confianza - Aun cuando no entendamos lo que sucede, podemos confiar en el Señor, pues sabemos que él conoce lo que es mejor para nosotros. Obediencia - No necesitamos entender para obedecer. La confianza nos lleva a obedecer aunque no entendamos todo. Humildad - Obedecer sin comprender, también exige humildad. La humildad nos ayudará a aceptar aquello que no entendemos. Confía y obede...

Conectado con Dios

En el mundo acelerado en el que vivimos, es fácil quedar atrapado en las redes sociales, los juegos, la música y todas las distracciones que nos ofrece la vida moderna.  Pero como cristianos, es esencial que recordemos este versículo: Clama a mí y te responderé; te daré a conocer cosas grandes e inaccesibles que tú no sabes. (Jeremías 33:3) La tecnología nos permite estar conectados con el mundo, pero a veces nos olvidamos de conectarnos con Dios. Él siempre está dispuesto a escuchar nuestras oraciones, responder nuestras preguntas y revelarnos maravillas que van más allá del entendimiento humano. La oración es nuestra conexión directa con Dios. Conectarnos con Dios no significa abandonar nuestra vida cotidiana, sino que lo incluimos en todos los aspectos de la misma. Al comenzar el día con oración, dar gracias por sus bendiciones, buscar su guía en tiempos de duda y compartir su mensaje de amor y esperanza con los demás, estamos verdaderamente conectados con Dios. A medida que bus...