Cuando la vida se pone difícil y nos sentimos perdidos, es fácil pensar que estamos solos. Pero debes recordar algo importante: Dios está siempre cerca de ti. Así dice la Biblia en el Salmo 145:18:
Cercano está el SEÑOR a todos los que le invocan, a todos los que le invocan de verdad. (Salmo 145:18)
Cuando lloras o te sientes abrumado, debes saber que Dios está ahí, tomándote de la mano y consolándote. Y cuando estás feliz, él celebra contigo.
Dios está siempre presente y conoce cada parte de ti. Él comprende tus deseos más profundos e incluso los secretos que intentas ocultarte a ti mismo. No importa dónde estés, el amor de Dios nunca está lejos.
Incluso cuando todo parezca difícil y te sientas solo, recuerda mirar a Dios. Él está a tu lado, listo para ayudarte, sin importar cuán difícil sea el camino. Confía en él, porque él siempre cumple sus promesas.
Confíen en el SEÑOR para siempre, porque el SEÑOR es la Roca de la eternidad. (Isaías 26:4)
Avanza con la presencia de Dios
Busca tener momentos de oración para fortalecer tu conexión con Dios, recordando que él está siempre cerca, dispuesto a escuchar y consolar.
Comparte tus alegrías e inquietudes con otras personas, reconociendo que la presencia de Dios también se manifiesta a través de la comunión y el apoyo mutuo.
Mantén tu confianza en Dios, incluso en los momentos más difíciles, recordando que él es fiel y está dispuesto a guiar tus pasos sin importar las circunstancias.
Para orar:
Señor, en medio de las tribulaciones de la vida, reconozco tu cercanía y tu amor. Consuélame en las aflicciones, ayúdame a alegrarme en las victorias. Guíame siempre, porque confío en tu fidelidad. Amén.
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