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Tránslate / Traducción

Da lugar a Dios

 

El malvado levanta insolente la nariz, y no da lugar a Dios en sus pensamientos. - Salmo 10:4

Todos hacemos planes, soñamos, nos proponemos nuevas resoluciones... ¡Y eso es bueno! Necesitamos mantener encendida la llama de la esperanza de que vendrán días mejores por la gracia del Señor. Pero el gran peligro está en que convirtamos esa buena iniciativa en una manera de apartarnos de nuestro Señor...

La independencia de Dios es una de las características principales de los incrédulos. Como no confían en el Salvador, lo dejan fuera de sus proyectos e intentos. Sin embargo, los hijos de Dios necesitamos, antes que nada, entregar el control y nuestros planes a aquel que dirige y gobierna nuestra vida. ¡Que Dios esté en todos tus planes y te dirija en todos tus sueños!

No dejes a Jesús fuera de tus planes:

Ora a Dios y entrégale cada uno de tus sueños y planes. Confía y él guiará tus pasos en la dirección correcta.

No seas presuntuoso y egoísta en tus decisiones.

Busca orientación en la Palabra de Dios para comprender su voluntad para tus proyectos.

Haz una lista con tus propósitos y sueños. Eso te ayudará a darles seguimiento y a revisarlos.

Presenta a Dios tus peticiones cada día y no des lugar a la ansiedad.

Esfuérzate y haz el compromiso de alcanzar tus objetivos con la ayuda del Señor.

Toma un paso a la vez sin dudar en la bondad de Dios.

Agradece a Dios por cada una de tus conquistas.

Para orar:

Mi amado Dios, muchas gracias porque estás siempre presente. Hoy quiero invitarte a ser parte de mis planes. ¡Tengo tantos sueños, Señor! Necesito de ti para lograr realizarlos conforme a tu voluntad. Quiero entregarte todo porque sin ti no puedo hacer nada. Ayúdame a no ser presuntuoso ni a intentar esconder de ti mis motivaciones. Te entrego todo a ti. Guíame y dirige mis pasos. Oro en el nombre de Jesús, amén.

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NOVEDADES

Regocijaos en el Señor

Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos! (Filipenses 4:4) Jesús es el motivo de mi sonrisa, porque en su presencia encuentro la verdadera alegría. No es una alegría pasajera que depende de las circunstancias, sino una paz duradera que trasciende las dificultades. En medio de las dificultades de la vida, puedo confiar en que él está a mi lado, tomándome de la mano y guiándome por el camino seguro. La sonrisa que Jesús pone en mi rostro es un reflejo de su amor inconmensurable. Cuando miro la cruz, recuerdo el sacrificio que él hizo por mí y mi corazón se llena de gratitud. Él me amó primero, incluso cuando todavía estaba perdido. Este amor incondicional me sostiene y me da fuerzas para afrontar cada nuevo día con esperanza. Las promesas de Jesús son fuentes de alegría. Él nos prometió vida abundante y en su palabra encuentro consuelo y dirección. Cuando estoy cansado, encuentro descanso en sus brazos. Cuando estoy triste, él es mi alegría. Cuando soy débil, él es mi f...

¿Qué debo hacer cuando no logro entender?

Lo secreto le pertenece al Señor nuestro Dios, pero lo revelado nos pertenece a nosotros y a nuestros hijos para siempre, para que obedezcamos todas las palabras de esta ley. (Deuteronomio 29:29) Moisés llegaba al final de su vida. Él estaba consciente de que moriría poco después sin lograr entrar a la "Tierra Prometida". En sus últimas palabras para el pueblo de Israel, él afirmó que existen cosas encubiertas para nosotros. Son cosas que no entenderemos jamás en esta vida, pues huyen a nuestra comprensión humana. Hay tres actitudes que nos pueden ayudar a lidiar con lo que no logramos entender: Confianza - Aun cuando no entendamos lo que sucede, podemos confiar en el Señor, pues sabemos que él conoce lo que es mejor para nosotros. Obediencia - No necesitamos entender para obedecer. La confianza nos lleva a obedecer aunque no entendamos todo. Humildad - Obedecer sin comprender, también exige humildad. La humildad nos ayudará a aceptar aquello que no entendemos. Confía y obede...

Conectado con Dios

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