Ir al contenido principal

Tránslate / Traducción

Dios vino a nosotros


Dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados».

Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había dicho por medio del profeta: «La virgen concebirá y dará a luz un hijo, y lo llamarán Emanuel» (que significa «Dios con nosotros»). (Mateo 1:21-23)

¿Alguna vez has tenido la oportunidad de encontrarte o hablar con alguien famoso en los medios de comunicación o en la política? Tal vez sucedió por casualidad, pero la realidad es que eso no es muy común. Por regla general, la gente famosa no facilita mucho que se le acerquen. Es natural que las cosas funcionen así en el mundo: las personas con cierto estatus, fama, autoridad o mucho dinero son inaccesibles e inalcanzables.

Si hubiera la necesidad de contacto personal con algún artista, autoridad o alguien muy famoso, sería muy difícil de conseguir. Habría que verificar con anterioridad su disponibilidad con los asesores, las secretarias, los productores, las aseguradoras, etc.

Pero, ¡aleluya! La lógica en el Reino de Dios es muy diferente. El Dios todopoderoso vino a nuestro encuentro. Él, que puede sustentar todo el universo en sus manos, abdicó de su gloria para venir a salvarnos. Exaltado sobre los cielos y la tierra, Jesucristo vino presencialmente hasta nosotros. ¡Él es Dios con nosotros! Lo mejor de todo es que no necesitamos intermediarios para acercarnos a Jesús. No hace falta ningún representante humano, ángel o religión para hablar y estar con Cristo. Él es completamente humano y completamente divino y desea relacionarse con nosotros. Jesús dio el primer paso... ¡Ve a encontrarte con él!

¡Él vino!

Ora y da gracias a Dios por Jesucristo. Es por causa de él que tenemos libre acceso, comunión y paz con Dios.

Si aún no le has recibido en tu vida, ¡hazlo ahora! Él se encuentra a la distancia de una oración...

Invita a Jesús para que esté contigo durante todo el día: cuando estás con la familia, en el trabajo, en la escuela, en la calle, en la iglesia.

Aprende más sobre el Señor Jesús a través de la lectura y el estudio bíblico.

Comparte con otras personas sobre la presencia de Jesús, Dios con nosotros siempre.

Para orar:

Señor Dios, muchas gracias por habernos enviado a Jesús. Él se hizo carne y habitó en este mundo por amor a nosotros, para alcanzarnos para ti. Muchas gracias, Padre, porque tu Reino es uno de vida, amor, y tú no desprecias a la gente sencilla que te busca con corazón sincero. Que yo reciba a Cristo todos los días en mi vida, en mi casa y por dondequiera que vaya. Quédate con nosotros, Señor, ahora y siempre. Amén.

Comentarios

NOVEDADES

Caminando con Cristo

Muchas veces, en nuestro caminar con Dios, podemos sentir que todavía estamos lejos de ser perfectos. Nos enfrentamos a luchas, fracasos y momentos en los que pensamos que no estamos progresando como nos gustaría.  Pero el apóstol Pablo nos recuerda en Filipenses 3:12-14 que no importa cuán imperfectos seamos o cuántos errores hayamos cometido en el pasado, Dios nos llama a seguir adelante. No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. (Filipenses 3:12-14) No necesitamos quedarnos estancados en el pasado. En Cristo, tenemos una nueva oportunidad cada día. Lo más importante es seguir avanzando, manteniendo siempre la mirada fija en el objetivo, que es n...

Dios puede animar tu día

Hoy compartimos una verdad transformadora: el poder de Dios es capaz de animar tu vida diaria. En medio de la adversidad, es reconfortante saber que tenemos un Dios que está siempre a nuestro lado, dispuesto a fortalecernos y animarnos. La Palabra de Dios asegura en Isaías 41:10: Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa. (Isaías 41:10) Es una promesa fortalecedora que muestra que Dios no solo está con nosotros, sino que también nos permite vencer los desafíos. Cuando el día se sienta pesado, recuerda Filipenses 4:13: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece". No nos enfrentamos solos a los desafíos: el Señor nos acompaña y nos capacita para superar cualquier situación. Además, cada mañana la misericordia de Dios es nueva (Lamentaciones 3:22-23), brindándonos un nuevo día lleno de oportunidades para experimentar el amor y el aliento divinos. Por tanto, deja tu día en ...

Con Cristo, todo el año es un año nuevo

Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús. (Filipenses 3:13-14) El final del año es por lo general un momento de conmemoración, aunque no para todos. Para algunas personas pensar en el próximo año puede causar desánimo: "da igual, todos los años son iguales". No todos actúan de la misma manera ante la expectativa de un año nuevo. La mejor manera de romper con el desánimo es ser sincero con Dios. No hay nada mejor que abrir el corazón y exponer tus expectativas antes del "cambio de año". Dios es misericordioso, él nos oye, y es eso lo que desea que hagamos. Solo el Espíritu Santo es capaz de calmarnos y de confortarnos. ¡Permítele que lo haga! Sé sincero contigo y reconoce todo lo que Dios ha hecho en tu vida. Desarrollar un corazón agradeci...