Despertar cada mañana es un regalo precioso que Dios nos da. Es fundamental recordar que cada nuevo día trae consigo la oportunidad de renovar nuestras esperanzas y sueños. Dios, en su infinita bondad, nos da la oportunidad de empezar de nuevo, de ser mejores que ayer.
Este es el día que hizo el SEÑOR; nos gozaremos y nos alegraremos en él. (Salmo 118:24)
Quizás estés enfrentando dificultades que parecen insuperables, pero recuerda: Dios nunca nos da una carga que no podamos soportar. Él camina junto a nosotros, ofreciéndonos su fuerza y consuelo. Cuando nos sentimos débiles, ¡es en el Señor donde encontramos el poder para seguir adelante!
La Biblia nos enseña que debemos confiar en el Señor con todo nuestro corazón y no apoyarnos en nuestra propia prudencia (Proverbios 3:5). A menudo no entendemos el propósito de las pruebas que enfrentamos, pero podemos confiar en que Dios tiene el control y su plan es perfecto para nuestras vidas.
Por eso, levántate con la certeza de que eres amado y cuidado por un Dios que conoce cada detalle de tu vida. Permite que su paz y amor llenen tu corazón y guíen tus pasos. Enfrenta el día con valentía, sabiendo que todo lo puedes en Cristo que te fortalece.
Que cada momento de este día sea una oportunidad para recordar la gracia de Dios en tu vida. Sé luz dondequiera que estés, difunde amor y bondad y permite que la inspiración de Dios marque la diferencia en tu día.
Comienza el día inspirado por Dios
Comienza el día en oración, entregándole a Dios tus preocupaciones y dándole gracias por sus bendiciones.
Confía en el plan de Dios, incluso si no lo entiendes, y busca su guía constantemente.
Difunde amor y bondad, siendo luz para los demás con tus acciones diarias.
Para orar:
Señor, te doy gracias por este nuevo día y por tu infinita bondad. Guía mis pasos y llena mi corazón de paz y amor. Fortaléceme en las dificultades y ayúdame a confiar en tu plan. Que yo pueda difundir tu luz y bondad a todos los que me rodean. En el nombre de Jesús, amén.
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